Hoy sube el telón la Semana de Teatro de Caravaca, y lo hace con la historia de una mujer que, sin proponérselo ni darse apenas cuenta, comienza a ejercer la prostitución, un oficio que desarrolla con mucha dignidad y poniendo el alma en ello. Su sinceridad, su ingenuidad y su pasión por el oficio más antiguo del mundo han conseguido que Gibraltareña sea respetada por todo el campo de Gibraltar. Se siente importante y eso le da confianza. Su vida es un trozo de historia de los años 70. Unos años en los que la verja cerrada separó la vida de muchas familias. Una verja a la que se aferra y donde continúa soñando para poder seguir viviendo. Para hablar de Gibraltareña, la obra dirigida por Juan Luis Iborra, conversamos con Elisa Matilla.

P Hoy las personas que acudan al Thuillier van a conocer la historia de Lola, ¿qué se van a encontrar?

R Lola, ´la Gibraltareña´, es una mujer con una vida peculiar muy dura, pero lo que nos da es una lección de vida, ella no reacciona a lo que le pasa, sino a cómo se lo toma. Se puede decir que es una comedia, la gibraltareña es una prostituta que está en coma y digamos que lo que habla es su espíritu que cuenta su vida, una vida disparatada y llena de momentos muy cómicos pero también amargos, todo con mucho humor negro. También te traslada a una España de los años 70, cuando se cerró la verja de Gibraltar, dejando a familiar separadas. Ella cuenta la vida, desde ese lado de la verja, donde a veces ha podido acceder al otro sitio, no hay que olvidar que también narra la vida de una persona que ha vivido del contrabando. Lo más importante es que se trata de una lección de vida

P Además Lola conseguirá hacernos cómplices y meternos en su mundo.

R Se trata de un monólogo, pero no como lo que estamos acostumbrados últimamente, digamos que no es una función de teatro unipersonal. Sí es verdad que aparecen muchos personajes en el escenario, como su madre, su hermano, pero en todo momento yo estoy solita en el escenario. Aparecen muchos personajes que toman vida a través de Gibraltareña, pero siempre soy yo la que estoy sobre el escenario.

P ¿Cómo ha sido la preparación del papel, más bien casi un multipapel?

R Efectivamente un multipapel. La verdad es que al principio te asusta y piensas: «tengo que estar allí yo sola una hora y cuarto, qué va a pasar, cómo va a reaccionar la gente». Y la verdad es que todo el mundo se lo pasa muy bien, se les olvida por completo que estoy sola. Ese es el comentario de la mayoría del público que viene a ver la obra. Juan Luis Iborra se empeñó en que la imaginación de Gibraltareña te llevará a sitios, fuera de esa habitación de hospital y, sin duda alguna, lo consigue. Una obra donde no solo te lo pasas bien, sino que al final se te agarra un poquito a la tripa.

P Cuando se trata de un monólogo, ¿cuál es el secreto para mantener al público concentrado sin que pierda el interés?

R El truco está en la persona de Lola, en cómo es esa mujer, el lenguaje que utiliza, la forma que tiene de reírse de la vida y de sí misma. Siempre hay mucha gente que me dice que se le han quedado frases de la obra que usa en el día a día. Ese es uno de los trucos y luego vivir el personaje. La hora y cuarto que estoy en el escenario vivo todo lo que le pasa a esa mujer de una manera muy intensa. Muchas veces termina la función y en mi cabeza no han pasado más de quince minutos.

P Este año también ha estrenado Como la espuma de Roberto Pérez, ¿qué tal la experiencia?

R Es una película preciosa muy fresquita que habla sobre una orgía, pero realmente es una orgía de sentimientos, de lo que nos toca vivir ahora la gente que está sola que no tiene pareja, y que se tiene que relacionar, conocer a gente a través de redes sociales y de fiestas. La historia se cuenta a través de doce personajes y creo que al final cada espectador se acaba identificando con alguno de esos doce personajes. Yo interpreto a Susana, una mujer que ha perdido a su marido y que se encuentra un poco perdida. Se trata de una película con un personaje que no había hecho hasta ahora, una mujer muy madura con una profunda tristeza y soledad. Es un papel que me ha gustado mucho interpretar.

P Repasando su currículum vemos que ha participado en programas míticos que hoy son casi impensables, como era el caso de Pero esto qué es. Hoy se hace imposible tener un espacio para promocionar un trabajo, sin que haya cotilleos de por medio.

R Hoy se hace totalmente imposible encontrar un programa así, era un espacio donde todo el mundo tenía algo que contar sobre su trabajo, y participaban incluso en el programa con un pequeño guión. Todo esto mezclado con importantes grupos de música. Es verdad que ahora existen pocos sitios en televisión donde mostrar y realizar una promoción de tu trabajo.

P Y ya por último, nuevos proyectos.

R Sigo todo el verano con Gibraltareña, que en otoño tiene previsto llegar a Madrid.