La cantante de Malí Oumou Sangaré (Bamako, 1968) clausura hoy la XXIII Mar de Músicas de Cartagena, en su único concierto en España, presentando su último disco, Mogoya. La vocalista aseguró que sus discos y conciertos tienen una misión social y que ella canta «para intentar cambiar las cosas».

En una entrevista, Sangaré afirmó que en Mogoya, que se traduce como gente de hoy, vuelve a ahondar en temas universales como la «humanidad», al tiempo que lamentó que la sociedad está entrando en una «deriva negativa» y está rodeada de «ingratitud y odio», frente a lo cual ella defiende la «necesidad de amor», lanzando un «mensaje de aliento, un canto a la unidad».

Activista contra la poligamia, la considerada Reina de África lamentó que la mujer sigue en una situación «muy desfavorecida», aunque ha valorado los avances de las últimas décadas, por lo que emplazó a las féminas a «buscar su camino».

Respecto al nuevo disco, que interpretará en el Auditorio Parque Torres con una nueva banda, Sangaré detalló que las primeras grabaciones de voces las hizo en Bamako, capital de Malí, donde «empezó a tomar forma», para posteriormente grabar en Estocolmo con su grupo y músicos suecos de la mano de Andrea Unge, que le permitió tener hecho «gran parte del pastel».

Finalmente, se trasladó a París para grabar los «últimos retoques» e incorporar un sonido «más fresco» por parte del colectivo Albert, que ha producido para bandas como Datf Punk.

El objetivo es, según la Reina de África y Premio La Mar Músicas 2012, «encontrar un nuevo sonido pero seguir sonando a Oumou Sangaré», porque necesitaba «experimentar».

Franco Battiato enamora en Cartagena

La de Franco Battiato era la cita más esperada del festival este año y, como tal, hace semanas que colgó el cartel de completo. El cantautor llegó, cantó y enamoró a un público que acudía ya entregado y que coreó sus canciones, aunque todo el repertorio, menos alguna pequeña concesión de Battiato, fue en italiano. Sobre un diván con reminisciencias árabes, Battiato interpretó sus historias de amor, soledad y espiritualidad acompañado por un delicioso cuarteto de cuerda, Carlo Guaitoli al piano y Angelo Privitera a los teclados. Los temas más conocidos llegaron al final y cerró con un bis al ritmo de ´Voglio vederti danzare´ con todo el público en pie.