Las ocho de la tarde daba el pistoletazo de salida la 23 edición de La Mar de Músicas, aunque horas antes ya comenzaban a escucharse los primeros acordes a modo de ensayo en una plaza del Ayuntamiento repleta de sillas que más tarde poco tardarían en llenarse.

Los peruanos Kanaku y El Tigre fueron los primeros en abrir la programación del festival, que sirvió para recordar la línea de conciertos gratuitos que se ofertan. Su folk-pop psicodélico, con intermitentes y llamativos aullidos, inundó el entorno del Palacio Consistorial con una música enigmática que logró crear un ambiente de paisajes sonoros no convencionales y letras que hablan de ausencia y de no pertenencia. Bruno Bellatín (Kanaku) y Nicolás Saba (El Tigre) se conocen desde la etapa escolar y fue entonces cuando decidieron crear un dúo que poco a poco fue creciendo tanto en miembros como en sonidos.

Carla Morrison es conocida como ´la primera dama del indie mexicano´. El pasado año presentó su disco Amor supremo y el público que se congregó anoche en el patio de armas del Parque de Artillería pudo disfrutar de temas de este trabajo, que fue nominado al Grammy como mejor álbum alternativo latino. Morrison comenzó cantando sus propias canciones y colaborando con Julieta Venegas y Natalia Lafourcade, que fue productora de su disco Mientras tú dormías. Este fue la antesala de Déjenme llorar, con el que ganó el Grammy en el 2012 -mejor disco y mejor canción alternativa- y que le abrió las puertas al público internacional. Fueron los tiempos en que se convirtió en referente de la escena mexicana.

El plato fuerte del primer día del festival llegó con el puertorriqueño Residente, exvocalista de la popular banda Calle 13 y encargado de la inauguración oficial del festival. El Auditorio del Parque Torres se rindió ante sus letras de contenido social y polí?tico, y su mú?sica por combinar las músicas del mundo con el rap alternativo. Los colombianos Puerto Candelaria y el ecuatoriano Nicola Cruz cerraron la fiesta en el Castillo Árabe.