Los Punsetes sobreviven a su ingenio lírico y a su despierta reinvención del pop en un quinto disco, ¡Viva!, (Mushroom Pillow, 2017), producido por Antón Díaz-Reixa, El Guincho, que recupera la inmediatez de sus primeros discos y les ha llevado a sonar en Los40. Dan a conocer su disco en la fiesta de presentación del Low festival, que esta semana cerraba su cartel confirmando 12 nuevos nombres encabezados por The Hives. Chema y Manu responden a LA OPINIÓN.

¡Viva! parece un disco que salga de la bajona. ¿Qué motivos hay para tanta desazón? ¿Un disco crítico?

Es un poco el conjunto de estados de ánimo. A veces lo ves todo más claro, y otras la cosa se complica.

Una de las direcciones dominantes en la música española actual es la reivindicación. ¿Os sentís representados en esa corriente?

No nos vemos en una corriente concreta. Tampoco somos monotemáticos, así que no.

Parece que os cuesta titular genéricamente vuestros discos (no así las canciones). ¿Cómo salió el de ¡Viva!? ¿Qué pretendéis sugerir?

Es como la válvula de la olla exprés cuando empieza a soltar vapor.

Este álbum suena más duro. ¿Buscábais ese sonido?

Suena más contundente, más como solemos sonar en directo. Esa era un poco la idea, llevar el directo al disco.

Habéis acabado sonando en Los40. ¿Os llena de satisfacción? ¿Es una oportunidad de llegar a más público?

Nos llena de curiosidad. También nos parece algo muy bueno para la radiofórmula. Y sí, también es una oportunidad para llegar a otro público.

¿En el aspecto lírico hay más homogeneidad? ¿Se trata de insistir en el mensaje?

Puede ser que sea más una coincidencia que otra cosa. Nuestro proceso de creación es un poco lento y atómico. Todo acaba teniendo algún punto de unidad al final, pero más que nada porque seguimos siendo los mismos, no porque busquemos una visión global.

Tal y como está la cosa con la libertad de expresión, ¿no os habéis tenido que autocensurar? ¿Habéis tenido problemas legales?

Tocamos madera, pero de momento nadie se ha venido tan arriba como para hacer perder el tiempo y el dinero a los contribuyentes. Y tampoco nos hemos autocensurado todavía.

¿Os habéis puesto límites alguna vez? ¿Os han aconsejado en ese sentido?

Todavía no se nos ha presentado la duda de saber si hemos llegado demasiado lejos. Cuando llegue, tenemos buenos abogados.

¿Qué tienen que ver Los Punsetes con el punk?

Forma parte esencial de nuestra educación sentimental.

¿Vuestra puesta en escena tiene que ver con la procedencia del mundo audiovisual?

El tema de incluir proyecciones, desde luego. En lo de bailar hasta morir no.

No es lo mismo lo que os preocupaba cuando empezasteis que ahora, supongo. ¿En qué se nota el crecimiento experimentado?

Sobre todo en las canas y en los achaques físicos. Y también en la asunción de que cierto desencanto es consustancial a hacerse viejo.