Joaquín Talismán presenta este sábado en la Sala REM su tercer disco en solitario, Underground Overdrive, parte 2. Se trata de un disco doble, en dos volúmenes, del que ha adelantado primero la segunda parte. En él, Talismán se ha quitado una vez más sus máscaras para ofrecerse sin coartada. Prácticamente todos los instrumentos y voces están grabadas por él mismo (incluso una batería), y sus temas tienen un tacto especial: aciertan en la fibra emocional, sin dar demasiados rodeos, para meterse bajo la piel con sutilidad y a la vez con energía a través de íntimas confesiones, en un torrente de electricidad melódica.

Inspiración a borbotones para una obra sugerente; canciones sin cadenas en el tono de la vida, con las estructuras clásicas que han poblado los discos de Tom Petty, Jackson Browne, George Harrison y el círculo de Travelling Willburys, entre ráfagas de apremiante pop rock de escuela urbana -con énfasis en lo de rock- y new wave rocanrolera, sostenidas por guitarras con buen pulso.

Underground Overdrive, parte 2 es la primera entrega de un volumen doble. ¿Por qué primero la 2?

He estado trabajando simultáneamente en los dos volúmenes; simplemente he terminado antes la parte 2. Aunque veo los dos discos como un solo trabajo, cada volumen tiene a propósito un carácter distinto, y no existe una línea argumental férrea que me hubiera podido obligar a guardar esta parte hasta tener terminada la primera.

¿Por qué en dos partes?

Por un lado, creo que a la gente le resultará más fácil de escuchar los dos discos por separado y en distintos momentos, incluso aunque salgan no muy alejados en el tiempo. Por otro lado, no quería esperar a tener todo terminado; sentía la necesidad de ponerlo todo en marcha ya.

¿Cuál es la principal diferencia entre una y otra?

Las canciones se compusieron todas en un período no muy largo y, sobre todo las letras, las hice en un período bastante corto. Creo que eso le debe conferir cierta unidad a todo el trabajo. No obstante existen, a propósito, diferencias entre las dos partes. La parte 1 es más clara, más sonriente, tanto en letras como en sonido, y la segunda parte (ésta) es más espesa, más rugosa en cuanto a sonido, y las letras exploran lugares tal vez más oscuros tanto en lo propio como en lo ajeno.

En Underground Overdrive, parte 2 , pese a tener un sonido minimalista y mostrar un significativo deseo de experimentación, encuentro una luz especial, como una celebración de la vida.

Es posible. Es un disco que he hecho, prácticamente en su totalidad, en mi estudio, dejándome llevar por la apetencia y por las ganas de probar cosas nuevas, o al menos de explorar lugares no pisados por mí hasta la fecha en mis proyectos. No lo había visto desde esa perspectiva, pero si la vida nos lleva, bien por curiosidad o bien por necesidad de adaptación, a ir explorando nuevas situaciones y a generar nuevas respuestas, pues tal vez haya algo de lo que tú dices...

¿Cuál es su contenido? ¿Qué hace que un disco sea de Joaquín Talismán o de Los Chamanes?

Estoy descubriendo que cuando musicalmente me apetece salirme un poco (o tal vez adentrarme más) de mí mismo, como más cómodo me siento es haciendo discos en solitario. Tengo más libertad de movimiento. Por otro lado, Los Chamanes, siendo un grupo muy versátil, es el resultado de años tocando juntos y tiene un carácter y una sonoridad que lleva las canciones en una dirección en la que me siento muy cómodo y con la que me identifico totalmente. Pero, de vez en cuando, me gusta irme a jugar yo solo a un rincón del patio.

Las letras mantienen, a lo largo de todo el disco, un tono más incisivo. ¿A qué se debe?

Siempre he pensado que la gente ya tiene bastante con sus propios demonios interiores como para andar presentándole los tuyos. Sin embargo, esta vez lo necesitaba. Quién sabe si es lo que debería haber hecho siempre.

La edición limitada de salida (200 copias) incluye el libreto La piedra de la verdad , con textos y material relacionados con este y otros discos. ¿Qué has preparado?

Es un complemento al disco, y un regalo a la gente que me ha estado siguiendo todos estos años. Cuando escribes canciones, llenas páginas con ideas que luego, a lo mejor, te pueden servir a la hora de hacer las letras. De todas estas ideas hay algunas que, efectivamente, encajan. Otras muchas son muy malas y su destino es, como el de casi todos nosotros, servir de comida para el monstruo del olvido -que, como ya sabemos, come mucho-. Finalmente, quedan frases, historias, pensamientos, etc., que aunque no han encajado dentro de las canciones, forman parte de todo su proceso creativo. No sé muy bien por qué, pero haciendo este disco sentí que había llegado el momento de compartir todo esto.

¿Las canciones reflejan tu estado de ánimo en aquella época?

Las canciones son como instantáneas del momento en que las has compuesto. Se me ocurre que una foto hecha con una Polaroid o una Kodachrome son metáforas perfectas -aunque facilonas, eso sí-.

¿Dirías que componer te resulta fácil o pasas por momentos de frustración hasta quedar satisfecho?

No es frustración, porque disfruto escribiendo, incluso aunque a veces haya letras que se resisten a materializarse en las palabras necesarias para expresar lo que quieres decir. Lo que sí me ocurre, pero suele ser al terminar un disco, es que me quedo tan vacío después de soltarlo todo, que me asalta una especie de incertidumbre sobre si dentro de un tiempo volveré a tener algo que decir, o si tal vez ya no se me ocurra nada más y éste sea mi último trabajo.

El disco pensabas sacarlo en verano de 2016..., y acaba de salir.

Empecé con la primera parte, tuvimos que parar por cuestiones de disponibilidad de uno de los músicos que graban en esa parte, así que empecé con la segunda mientras esperaba. También se interrumpió a medio la grabación de esta parte para hacer el disco de Los Astrónomos.

Canciones de odio y esperanza se inclinaba más por la esperanza. ¿Underground sigue esa línea?

Bueno, no es un disco tan optimista. Creo que en éste he estado explorando unas cuantas sombras interesantes que veía en esos rincones que todos tenemos y a los que no nos acercamos tan a menudo.

¿Cómo se motiva uno para seguir haciendo discos en estos tiempos?

No pienso mucho en motivarme. Estoy muy ocupado empujando la cosa en la dirección que quiero que vaya. La motivación siempre ha sido la misma, hacer música. Luego el mundo hace sus cosas, las que quiere, que para eso es el mundo y es mucho más grande y fuerte que tú y que yo. Pero yo a lo mío, erre que erre.