ay cosas que no cambian. En el Cartagonova se han acostumbrado a que sean los dos de arriba y el portero quiénes saquen las castañas del fuego. La diferencia fundamental respecto a la temporada pasada radica en que, aunque el equipo juegue mal, arriba tiene dos artilleros que traducen media ocasión en gol. Y en la portería tiene un portero de otra categoría. Pau Torres encajó un gol de falta ante el Rayo Majadahonda en el que pudo hacer más, pero luego se rehizo con dos paradas antológicas que salvaron los muebles. En el momento crucial, el conjunto albinegro tira de una de las máximas más antiguas del fútbol, aquella que dice que, aunque el dominio del centro del campo sea fundamental, el resultado se decide según lo que pase en las dos áreas.

Isaac Aketxe y Rubén Cruz son las armas a las que se agarra el Cartagena cuando el partido se pone cuesta arriba. Monteagudo renunció a jugar con dos delanteros, como solía hacerlo durante la segunda vuelta, para optar por un segundo punta más móvil como Aitor Ruibal, que incluso caía a la banda y se alternaba con José Gaspar. Rubén Cruz, solo en la delantera sin su acompañante, hizo su trabajo: a los cuatro minutos ya había adelantado al Cartagena con un testarazo. El andaluz suma y sigue: ya van once goles en su cuenta particular. No se debe olvidar que llevaba dos años sin marcar cuando Monteagudo le reclutó procedente del Cádiz, donde había perdido protagonismo.

Cuando el Rayo Majadahonda le estaba dando la vuelta a la tortilla tras el gol al filo del descanso y una serie de ocasiones peligrosas al comienzo del segundo acto, Monteagudo miró al banquillo donde esperaba impaciente su máximo artillero. Aketxe aprovechó los desajustes de una defensa un tanto blanda y ganó todos y cada uno de los balones que caían por su zona. El vasco atravesaba una etapa menos fructífera en cuanto a su aportación goleadora. En las últimas jornadas, había fallado ocasiones claras, y el conjunto albinegro venía de dos empates a cero consecutivos. Pero esta vez, el bilbaíno no perdonó y anotó a pase de su socio preferido, Rubén Cruz.

Los dos delanteros no solo marcan goles sino que se asocian bastante bien a pesar de ser nueves natos. Tanto Rubén Cruz como Isaac Aketxe saben moverse lejos del área, ir a recibir, caer a la banda y asistir al primer toque. Aunque la mejor faceta de los dos es perforar la portería contraria. No olvidemos que la temporada pasada ningún jugador pasó de las siete dianas en el conjunto albinegro. Entre Aketxe y Rubén Cruz suman 25 goles. Toda una mina de oro.

El otro protagonista de la tarde ante el Rayo Majadahonda fue Pau Torres. El guardameta catalán, que se ha perdido tres meses de competición por una lesión, evitó que los visitantes cosecharan un botín mejor en el Cartagonova. Pau está de nuevo a su mejor nivel: implacable en los balones aéreos y con reflejos en el mano a mano.

El estadio entero contuvo el aliento cuando De Frutos se zafó de los dos centrales del Cartagena con una clase espectacular y se plantó ante el meta albinegro, que, con una reacción maravillosa, envió ese esférico a córner. Era la ocasión más clara de un Rayo Majadahonda que iba de menos a más a medida que avanzaba el partido hasta que Pau se cruzó en el camino.

El portero albinegro no había estado inspirado en el gol de los visitantes, aunque hubo un componente de mala suerte. El libre directo ejecutado por Carles Coto desde cierta distancia se topó con el larguero y luego rebotó en el brazo de Pau, que no había llegado a tiempo a la pelota. Inmediatamente, el esférico se coló en la portería. Por tanto, el gol fue en propia puerta del meta catalán.

Lejos de venirse abajo, Pau tiró de galones en esa acción contra De Frutos y en otro tiro a bocajarro que se produjo cuando el Cartagena ya había marcado el segundo. Tras una jugada de córner, Dani Martínez disparó desde el interior del área y Pau atrapó el balón ayudándose con el estómago. Otra intervención providencial que ayudó a que los de Alberto Monteagudo viajen a Madrid el próximo fin de semana con ventaja en la eliminatoria.