Al UCAM Murcia 2017-2018 nunca se le puede dar por acabado en un partido. Lo ha demostrado durante la temporada y ayer volvió a dar una lección de orgullo en el OAKA Arena, donde estuvo a punto de apagar el infierno griego que logró crear el club local en las semifinales de la Champions League. Hasta en tres ocasiones estuvo en el alambre el equipo de Ibon Navarro y levantó la cabeza en todas, en dos de ellas gracias a la defensa en zona. Pero ir siempre a remolque, encontrarse con cinco faltas personales de Ovie Soko a cuatro minutos del final, y algunas decisiones arbitrales que durante el choque fueron minando a los universitarios, sentenciaron a un equipo que cayó (77-75), pero que lo hizo con la cabeza alta. Y todo eso ocurrió después de un partido intermitente, tras fallar un triple Clevin Hannah con 72-68 que habría metido el miedo a los locales en el cuerpo. Y pese a ello, aún renació y se quedó a la orilla. Porque a seis segundos del final aún no estaba nada decidido. En ese momento el base estadounidense anotó dos tiros libres (76-75). En el siguiente ataque, Tumba cometió falta sobre el local Hunter, quien metió el primero (77-75) y falló, no se sabe si premeditadamente, el segundo. Los murcianistas capturaron el rebote, pero Tumba perdió excesivo tiempo y cuando se la dio a Sadiel Rojas, el alero tenía encima un rival que le impidió el lanzamiento. No hubo falta en esa acción y la historia concluyó que la proeza no llegara, aunque al UCAM aún le queda mañana domingo (16.30 horas), frente al Riessen Ludwigsburg alemán, que cayó ante el As Mónaco, una última batalla, la lucha por el tercer puesto en su primera comparecencia en una Final Four por un título continental.

Controlar al rival en los primeros minutos era clave y los universitarios lo hicieron, ahogando las líneas de pases a los interiores y atacando con paciencia. Clevin Hannah, con dos acciones de dos más uno, puso por delante a los suyos (11-14) para marcar posteriormente el punto álgido y clave del primer cuarto un triple de Vitor Benite (11-17, min. 9). El técnico local, Sakota, pidió un tiempo y al UCAM se le hizo la noche. Tampoco ayudaron ciertas decisiones arbitrales y el primer acto se cerró con un parcial de 7-0 para el AEK, que le dio la vuelta al marcador (18-17).

La situación empeoró mucho en el segundo período, cuando se fueron sucediendo las adversidades. Dos faltas señaladas a Augusto César Lima en apenas 10 segundos y la prolífica producción de los atenienses en ataque llevó el encuentro a una situación crítica tras una triple de Sakota (33-21). El parcial de 21-4 se convirtió en una gran losa. Ibon Navarro pidió un tiempo muerto en el ecuador de este cuarto y puso en pista a Oleson. Primero se encontró con un triple de Hunter, pero ordenó realizar una zona-press a toda pista y una zona 2-3 en ataque estático del AEK. La fórmula funcionó porque llegó un parcial de 0-10 que revitalizó a un equipo que entonces andaba hundido, tocado por varias faltas personales. Un triple de Hannah devolvió la esperanza (38-32), pero antes del descanso Hunter anotó dos tiros libres para dejar el tanteo en 40-34. Del mal, el menor para los murcianistas.

De nuevo la amenaza de rotura apareció en el tercero cuarto, pero entonces sacó el UCAM ese coraje que le llevó hasta Atenas. Después de disponer los locales de una renta de nueve puntos (46-37, min. 23), volvió a emerger la figura de Hannah para con un triple y una conexión por los aires con Ovie Soko, apretar de nuevo el tanteo (46-45, min. 25). Incluso llegaron a ponerse por delante lo de Ibon Navarro en dos ocasiones con los puntos de Sadiel Rojas (50-51 y 52-53), pero el tercer cuarto se cerró con Antelo marchándose al banquillo cojeando tras un fuerte golpe y un punto de renta para los locales (55-54).

El AEK asestó un golpe al UCAM en el arranque del último cuarto. Cinco puntos consecutivos de Hunter (63-56) rompieron el equilibrio y Navarro paró el choque a 7:37 del final. Benite, con cuatro faltas, tiró entonces de su equipo, que se llegó a situar a cuatro puntos (70-66), pero en ese momento el partido vivió un momento determinante. El equipo murciano tuvo la oportunidad de situarse a tiro de piedra tras un 72-68, pero Hannah falló un triple que pudo cambiar la historia. A continuación llegó la quinta de Benite y se entró en un minuto final con los visitantes aún con vida.

De hecho, a 6 segundos Hannah anotó dos tiros libres (76-75) y en el siguiente ataque Hunter hizo el primero de su serie y falló el segundo (77-75). Tumba cazó el rebote, pero tardó demasiado en dar la bola, llegando a las manos de Rojas, quien ya no pudo hacer tras con un rival encima.