El calendario le ha dado un respiro al FC Cartagena en las jornadas 35 y 36, al enfrentarse a dos equipos como Betis B y Lorca Deportiva, que estaban condenados al descenso de antemano. Sin embargo, en las dos últimas jornadas, las que definirán el veredicto del grupo IV, la suerte no ha sido tan benévola con los de Alberto Monteagudo. Los albinegros se verán las caras con dos equipos que apuntaban al play-off a principios de temporada, más tarde se quedaron en tierra de nadie, y se han complicado tanto la vida que llegan al tramo final de la competición mirando al precipicio de la Tercera División. La tensión será máxima a ambos lados del terreno de juego: unos para cumplir con el objetivo de toda la campaña, ser campeones del grupo IV, y otros para salvar una temporada que se ha torcido más de lo previsto.

Por ir paso a paso, el primer enemigo que se interpone en el camino es el Linense. El conjunto gaditano empezó la temporada como un tiro, fue líder en la tercera jornada y estuvo siete semanas en puesto de play-off. La Balona perdió comba respecto a los primeros clasificados y ha vagado durante la segunda vuelta por tierra de nadie en la clasificación. No gana un partido desde el 11 de febrero, es decir, son once jornadas sin conocer la victoria: cinco derrotas y seis empates. Ante semejante desastre de resultados, han empezado a volar cabezas. Julio Cobos fue destituido hace una semana como técnico del Linense, tras caer 1-3 ante Las Palmas Atlético.

En La Línea de la Concepción empiezan a temer que el club descienda a Tercera División. Desde 2011 se han mantenido en la categoría de bronce de nuestro fútbol, pero a día de hoy son decimoquintos, con solo un punto de ventaja sobre el Mérida, que jugaría la promoción por eludir el descenso. El Linense, con 44 puntos, tiene tres más que el Jumilla, que marca el descenso directo. Sin embargo, los blanquiazules han ganado sus dos últimos compromisos y han recortado seriamente las distancias.

Echando la vista atrás, el último desplazamiento liguero del Cartagena de la temporada pasada, también fue al campo de La Balona. También era la jornada 37. Los de Monteagudo eran segundos antes de empezar el partido, ante un rival que no se jugaba nada. Stoichkov adelantó a los locales en el minuto 6, y Gato cerró la cuenta para el Linense en la segunda mitad. Los albinegros quedaban muy tocados con esta derrota, la segunda consecutiva como visitantes, y se veían obligados a asegurar el play-off en la última jornada.

Los mismos puntos que el Linense (44) tiene el Écija, el rival del Cartagena en la última jornada. Su temporada y la de La Balona son casi como dos gotas de agua. Fue líder durante siete jornadas, el camino hacia las navidades se les hizo largo, y ahora pelean por salvar la categoría, el objetivo que se habían marcado al inicio de la temporada. No conviene olvidar que el Écija es un recién ascendido.

En la jornada 22, cambiaron de entrenador, y Marcos Domínguez tomó los mandos de una nave a la deriva. En casa han obtenido buenos resultados que les permiten ser optimistas. El más sorprendente de todos, en la jornada 33, cuando hicieron saltar la banca y tumbaron al Marbella, que llegaba como líder. En cambio, la derrota de la última jornada en Las Palmas le pone de nuevo contra las cuerdas. El partido ante el Jumilla será clave para ellos.