Rubén Cruz se ha convertido en ese preciado 'mirlo blanco' que los equipos esperan contratar a mitad de temporada para que solucione algunos de sus males. El delantero es la pieza cotizada que todo equipo desea, pero que en la mayor parte de las ocasiones se convierte en un golpe de efecto sin más. El delantero albinegro se ha convertido, a base de goles y partidos, en la mejor contratación invernal de la era Paco Belmonte en los tres últimos años, en un mercado en el que la mayoría de las ocasiones todo resulta ser un auténtico fracaso.

Esta temporada lo certifican los otros cuatro jugadores que llegaron en epoca estival: Craninx, Diego Benito, José Gaspar y Owusu. Pocos minutos y escasa continuidad en esta segunda vuelta demuestran lo que la mayor parte de los aficionados sabe: las contrataciones en enero no suelen aportar casi nunca buenos resultados.

Desde que Belmonte cogiera el club y se hiciera cargo de los fichajes ha contratado en el mercado invernal a trece jugadores: tres en 2016; cinco en 2017 y otros tantos en este 2018 y los números al final siempre llevan al mismo camino: las incorporaciones en esta etapa de la temporada son un adorno más a la que los clubes llegan por inercia y porque todas las entidades entran en la competencia.

Si exceptuamos a Llorente el pasado año, que contribuyó con siete goles en 19 partidos y Rubén Cruz, con 10 tantos en 14 partidos, podemos concluir que el resto no tuvo ni la eficacia ni lacontinuidad en el once inicial a pesar de que llegaran como salvavidas en un momento en el que el Cartagena debía reforzarse en tal o cual posición.

Rubén Cruz ha roto los pronósticos y aunque éramos muchos los escépticos cuando vimos la contratación de un jugador que llevaba un año y medio sin ver portería, el atacante albinegro se ha encargado de desddecirnos a todos y cada uno de los que desconfiamos de su fichaje. Solo siete jugadores de este Grupo IV, que llevan en sus respectivos equipos desde el comienzo de la temporada, acumulan más goles que el sevillano. Su promedio anotador es fantástico: 1 gol cada 118 minutos disputados.

Tan complicado le resultó a Monteagudo decantarse por uno u otro delantero (Aketxe y Cruz), que decidió renunciar en parte a sus esquema sobre el campo: mediapunta y delantero, por dar cabida a ambos en el once inicial. Tanto es así que entre ambos han conseguido marcar 14 goles en este periodo y ahora nadie puede rebatir la idea de que los dos encajan en el modelo actual y además dan muchos puntos de forma conjunta.

Rubén Cruz, al que le queda una temporada más en el conjunto albinegro, ha podido utilizar esta segunda vuelta como rampa de lanzamiento en su carrera, algo que pocos pueden decir cuando en una misma campaña tienen que cambiar de un equipo a otro.

Fernando Llorente fue el otro futbolista que mejor se le dieron las cosas en este equipo cuando llegó procedente desde la liga rumana, del ACS Poli Timisoara.

Su aparición fue espectacular: seis goles en las ocho primeras jornadas que disputó -desde la 22ª a la 29ª-. A pesar de esos números en la segunda vuelta no convenció a los dirigentes cartageneristas, y acabó enrolándose en el Real Murcia, de donde se fue en este mercado invernal.

La cara de la moneda la representa Rubén Cruz y, en parte, Llorente. La cruz la vemos en un numeroso grupo de jugadores que no jugaron y se marcharon casi como llegaron: Gladestony, Indiano, Juan Antonio Ros, Germán o Artiles son los de años anteriores.

Esta campaña Diego Benito ha disputado siete encuentros (1 como titular); José Gaspar ha jugado tres, Owusu ha disputado más pero sin demasiada fortuna (12) y Craninx, portero, ni se ha vestido de corto.