Mientras que el terreno de juego el Real Murcia va viento en popa a toda vela; en los despachos se acumulan los volantazos. En solo una semana tanto Víctor Gálvez, presidente del club tras la junta de accionistas del 11 de abril, como sus consejeros están demostrando su inexperiencia y su desconocimiento del mundo del fútbol. A la espera de que el oriolano ofrezca la rueda de prensa prometida y en la que, según dijo, explicaría su proyecto, el nuevo gestor grana está intentando cubrir algunos puestos claves. Uno de los despachos a ocupar es el de director deportivo, área que a lo largo de 2017 estuvo en manos de Deseado Flores. Y a las primeras de cambio ya se ha atragantado, y es que después de apalabrar la contratación de Óscar Sánchez, el empresario ha echado el freno ante la petición de José María Salmerón, que se ha convertido en su gran alidado.

Una semana después de acceder a la presidencia, Víctor Gálvez ya tenía el nombre de la persona que asumiría la planificación deportiva para la temporada 2018-2019. Tras varias conversaciones, el pasado miércoles el oriolano daba el visto bueno a la vuelta al club de Óscar Sánchez. El murciano, que el pasado verano salía de Nueva Condomina para incorporarse al Elche como segundo de Vicente Mir, recibía el espaldarazo de los nuevos responsables del club. «Supuestamente está hecho», explicaba ayer a esta redacción una persona próxima al que fuera jugador del Real Murcia durante durante cinco temporadas. «Todo estaba listo para presentarlo», añadía la misma fuente.

Sin embargo, los días han ido pasando y Óscar Sánchez no ha recibido la llamada prometida, un hecho que coincide con la aparición en la mesa de Víctor Gálvez del currículum de Pedro Reverte, actual director deportivo del UCAM Murcia. El encargado de posicionar al universitario ha sido José María Salmerón, y es que el técnico almeriense mantiene una gran relación con el lorquino, quien fue su valedor para que se sentase en el banquillo de La Condomina en una temporada que acabó con ascenso a Segunda División. Aunque Reverte tiene una temporada más de contrato con el UCAM, Salmerón quiere atraerlo a su lado, de ahí que en los últimos días haya convencido a Gálvez para que hable con el lorquino para ver si está dispuesto a incorporarse al Real Murcia.

Según ha podido saber esta redacción, el presidente grana ve con buenos ojos la opción que le ha puesto sobre la mesa el técnico almeriense, y es que el oriolano está en deuda con el preparador grana, ya que éste, aliado de Deseado Flores para destronar a Mauricio García de la Vega y para despedir a Pedro Gómez Carmona, lleva un mes aplaudiendo todos los movimientos de los representantes de Gálvez Brothers. Su posicionamiento no solo ha sido de forma personal sino que también ha influenciado en los jugadores. Solo hay que escuchar el discurso del técnico y los pesos pesados del vestuario en cada rueda de prensa, donde no falta el respaldo y el apoyo a un consejo de administración que está al frente de la gestión sin ser los máximos accionistas.

En contraprestación a ese apoyo, José María Salmerón, que al día siguiente de la junta de accionistas no dudaba en posar con Víctor Gálvez y que el domingo, tras la victoria frente al Badajoz, aparecía en la foto de la victoria con los jugadores y con el presidente, está intentando hacer valer su influencia para frenar el acuero con Óscar Sánchez y que se dé la bienvenida al club a Pedro Reverte.