Cuando Biel Ribas, el portero titular del Real Murcia, pasa por sala de prensa suele ser porque tiene algo que decir, ya que no es el mayor amante en eso de tratar con los periodistas. Por eso el portero mallorquín y uno de los jugadores que mejor rendimiento está dando esta campaña al margen de ser también uno de los mejor pagados aprovechó ayer su intervención con los micrófonos delante y tras responder a varias preguntas sobre el capítulo deportivo, para agradecer a Víctor Gálvez que haya cumplido con su palabra, aunque el exportero del UCAM también mandó un mensaje muy claro a la nueva directiva cuando afirmó que «todos esperamos que se pongan al día con nosotros cuanto antes para que podamos afrontar el play off de la mejor manera posible».

El cancerbero balear es uno de los pesos pesados del vestuario y fue el gran protagonista del pasado verano cuando rompió un acuerdo verbal que tenía con el Cartagena para aceptar la irrechazable propuesta económica que Deseado Flores le puso sobre la mesa para que cambiara la camiseta albinegra por la grana, tal y como ocurrió.

Aunque el nuevo presidente asegura haber hecho frente a la nómina del mes de enero, la plantilla tiene pendientes todavía cuatro mensualidades, al margen de unos empleados que también tienen un retraso mayor todavía que los jugadores a la hora de recibir sus salarios. Por eso Biel aprovechó ayer la ocasión de que los nuevos consejeros escuchen de su propia boca que dentro del vestuario siguen esperando lo que le corresponde a cualquier trabajador, su sueldo, en este caso, las nóminas pendientes, pero no fue ninguna casualidad que el mallorquín pusiera en su boca un play off que todavía no está asegurado de forma matemática, a pesar de que tendría que pasar una catástrofe para que los pupilos de Salmerón no jueguen la fase de ascenso.

Sobre el partido del domingo en el Nuevo Vivero ante el Badajoz, equipo que solo ha cedido una derrota en lo que va de temporada, Ribas comentó que «espero un partido feo». Más sinceridad imposible para un portero que, si tiene derecho a levantar la voz, es porque desde la primera jornada se ha convertido en un salvavidas.