Aún quedan opciones matemáticas para que el UCAM Murcia dispute el play off de ascenso a Segunda División, pero pocas personas creen a día de hoy en que el equipo cumpla el objetivo marcado por los universitarios a principios de la temporada. Existen diversas circunstancias que han dificultado la consecución de victorias del conjunto murciano, pero una de ellas se ha convertido en un lastre demasiado pesado, especialmente en la segunda vuelta de la campaña. La fragilidad defensiva del equipo que hoy dirige Pedro Munitis, y que ya comandaron los técnicos Lluís Planagumá, José Miguel Campos y Luis Casas, ha deparado a un equipo fácil de superar y con excesivos problemas para proteger su portería. En las últimas fechas, la figura de Javi Jiménez no ha reforzado con seguridad a una zaga que ha carecido de efectivos durante todo el curso y que ha sufrido multitud de contratiempos en forma de lesión o sanción. El único jugador que se ha mantenido más constante, al menos en minutos disputados, ha sido Dani Pérez, central que incluso se vio obligado a formar en los laterales diestro e izquierdo.

En todo caso, el rendimiento del equipo, en cuanto a números y errores acumulados, han propiciado que el UCAM se haya convertido en un equipo característico del anonimato de mitad de tabla. Tras treinta y cuarto jornadas, solo ha conseguido dejar su portería a cero en siete ocasiones, de las cuales solo dos de ellas han sido durante la segunda vuelta. El UCAM consiguió sus mejores registros defensivos con Planagumá al frente, con el que consiguió no encajar en tres encuentros distintos. Desde entonces, el UCAM ha descendido sus prestaciones de forma sorprendente, llegando a convertirse, a día de hoy, en el peor equipo del Grupo IV durante la segunda vuelta de la competición.