En el reino animal, en lo más alto de la cadena alimenticia, se encuentran los grandes carnívoros del planeta, pero tanto para un león como para un tigre, el último mordisco es clave para poder terminar degustando una buena presa. A cuatro jornadas para el final de la liga regular, el Real Murcia que dirige José María Salmerón también ha sabido vestirse de depredador, ya que de los 59 puntos que tienen los granas en su casillero, 12 han sido en la recta final del partido gracias a la sangre fría de algunos jugadores y que, en líneas generales, nadie baja los brazos hasta que el árbitro señala el final del encuentro.

La remontada del pasado domingo tras un 0-2 adverso contra el Extremadura en Nueva Condomina gracias a un gol de Carlos Martínez a cinco minutos del final y dos tantos del nigeriano Chrisantus en el descuento confirmaron dos cosas. La primera es que el Murcia ya tiene casi asegurada su presencia en el play off de ascenso, y la segunda que son varios los rivales que han comprobado en sus propias carnes que al equipo de Salmerón no se le puede dar por muerto por muy mal que vayan las cosas, ya que hasta en seis ocasiones han sido capaces de darse la vuelta cuando parecía que la trompeta tocaba a derrota.

Del más lejano al más reciente, antes del domingo, el Jumilla fue el primer rival que tuvo que ver cómo se le escapaban puntos ante los murcianistas en ese momento cuando más serio hay que estar en los partidos. De hecho, el choque de la jornada 13 se decantó a favor de los de Nueva Condomina gracias a un gol de Elady Zorrilla en el minuto 80 de partido. Dos semanas después, en la jornada 15, el encuentro ante los extremeños de la primera vuelta iba encaminado al empate sin goles hasta que Santi Jara, en el 89, logró uno de los goles de la temporada en una acción en solitario en la que dejó hasta seis rivales en el suelo.

Al siguiente adversario del Grupo IV que le tocó padecer la fortuna y el acierto grana en la recta final del partido fue el Écija, en la jornada 20 y fuera de casa, un partido que discurría con empate a un gol hasta que Juanra, en el minuto 91, rescataba dos 'puntazos' para el Murcia.

Pero quizá el más importante de todos fuera el de la jornada 24 visitando al UCAM en La Condomina, un partido en el que los universitarios fueron mejores y en el que los granas fueron capaces de salvar un empate gracias al tanto de Chrisantus en el minuto 89 del partido.

Demasiadas veces como para ser una casualidad y algunos rivales comenzaron a tomar nota de esa frase tan acertada de Alberto Monteagudo, el entrenador del Cartagena, cuando asegura que «el Murcia es un equipo que se mueve como pez en el agua con el empate a cero».

Tuvieron que pasar seis semanas hasta que los 'soldados' de Salmerón se vieran otra vez en un lío con las prisas de que el partido termina sin tener hechos los deberes. Fue hace cinco jornadas, en la 30, en la visita al filial del Granada. Los murcianistas andaban con empate a uno en el marcador y en el minuto 94, el defensa Molo, se convirtió en el héroe del día para sumar dos puntos inesperados a un encuentro que estaba casi condenado de manera irremediable al reparto de puntos. Nueva ocasión en la que los jugadores de la centenaria entidad mandan una mensaje avisando de las intenciones de un equipo que, un mes después, se ha ganado el derecho a rozar con los dedos el billete para la fase de ascenso y permitiéndose el lujo de soñar con ser primeros de grupo.

El último rival que se ha llevado el susto con el mordisco final del Murcia ha sido uno que debería haber aprendido la lección en la primera vuelta, ya que en el minuto 84 del pasado domingo, los extremeños ganaban por 0-2 en Nueva Condomina en un partido en el que, sin profundizar, fueron muy superiores a los granas en casi todas las facetas del juego. Pero Carlos Martínez comenzó a calentar la caldera grana a quince del final y fue el que últimamente aparece siempre, Chrisantus, quien anotó dos goles en el tiempo de descuento que convirtieron el domingo en una remontada épica que se tradujo en una especie de fiesta para una afición que está empezando a disfrutar y a creerse las posibilidades de su equipo.

Esos 12 puntos conseguidos cuando los partidos parecen condenados a terminar con el resultado que refleje el marcador a diez minutos del final son los mismos que han hecho posible que un equipo que no hizo una primera vuelta ni mucho menos de campeonato, haya sabido hacer los méritos suficientes como para estar metiendo presión al Marbella y al Cartagena, los dos que mandan en la clasificación del Grupo IV, pero dos equipos que saben que detrás anda, con las uñas bien afiladas, un Real Murcia que si es capaz de cumplir el expediente, en el momento que pinche cualquiera de los dos, los de Salmerón verán el liderato a un punto. Y lo mejor es que la afición sabe que es perfectamente posible.