ElPozo claudicó con justicia por 4-1 ante el Palma en uno de los peores encuentros que se le recuerdan a los de Duda en esta temporada. El resultado, que incluso pudo ser mayor para los intereses de los baleares, se cimentó en el buen hacer del cuadro local y en la inoperancia en ataque del conjunto murciano así como en los errores defensivos del equipo de la capital del Segura. La derrota, ya de por sí dolorosa por lo visto sobre la pista, lo es más todavía pues tiene como consecuencia la pérdida de la segunda plaza en favor de un Barça que, salvo debacle pues le queda un partido para terminar y es contra el Gran Canaria, acabará tras el Inter en liga regular y contará con el factor cancha en unas hipotéticas semifinales que, de seguir la lógica, deberían enfrentarlo a ElPozo. Un equipo que, tras lo reflejado ayer y las sensaciones que ha dejado en los dos últimos choques, tiene muchos deberes por hacer antes de afrontar el último título que queda en juego y que puede salvar una temporada que ahora mismo es para borrar de los recuerdos de la entidad y de los aficionados.

El primer tiempo, que acabaría con 3-1 a favor de los locales, fue un querer y no poder de los de Duda. Irreconocibles y desdibujados, los pupilos del técnico hispanobrasileño no llegaron a dar síntomas de querer llevarse un choque en el que les costó lo indecible sacar la pelota jugada y, cuando se aproximaban al área contraria, parecían diluirse. El Palma, por el contrario, se encontró en ese periodo -y en lo que restó del duelo - muy cómodo sobre el parqué y afrontó el partido sin llegar a sufrir demasiado. Muy plácido todo.

Duda, que probó todo lo que estuvo en su mano y no consiguió que ninguno de los recursos planteados le saliera bien, se desesperó en la banda. Sus jugadores arrancaron bien, presionando al rival en su meta, pero pronto parecieron perder las fuerzas. Y el Palma, tras aguantar el embiste inicial, tomó posesión del esférico y logró el gol por medio de Diego Fávero con un disparo lejano. Poco después respondía Marinovic con el tanto de la igualada en lo que sería una de las pocas cosas positivas de ElPozo en el choque.

El empate podía abrir un nuevo rumbo en el encuentro pero éste siguió la misma senda que hasta entonces, esa en la que el cuadro local ahogaba a ElPozo en la salida de balón y llegaba con meridiana facilidad a la meta contraria gracias a las facilidades que los visitantes otorgaban en defensa. A la escuadra murciana le faltaba velocidad y profundidad y de ello se aprovechó su rival para dar dos zarpazos casi consecutivos, poco antes de finalizar el primer tiempo, que dejaron muy tocado a un equipo que llegaba a la isla con mucho en juego y que no llegó a mostrar la concentración y carácter que lo definen. Primero Paradynski, tras aprovechar un error en la marca para rematar solo en el segundo palo, volvía a poner por delante a los suyos. Y dos minutos después, Pito se resbalaba cuando iba a iniciar una jugada y dejaba el balón para que Quintela llegase a placer y perforase la meta de Fede. Así, con ese golpe a la moral, acabó un primer tiempo para olvidar.

En el segundo tocaba apelar a la épica y al corazón y dar muestras de que el equipo había llegado para competir. Tocaba remontar pues no valía el empate pero, lejos de acercarse en el luminoso, los de Duda encajaron un nuevo tanto que, a tenor de lo visto, sentenciaba el choque. El preparador sacó a Álex como portero jugador para intentar explotar la última baza que le quedaba pero nadie respondió. El juego desplegado en el cinco para cuatro fue plano, lento y previsible y más cerca estuvo de llegar el quinto gol del Palma que el segundo de ElPozo.

Y, sin demasiados sobresaltos para el Palma, el encuentro murió dejando para ElPozo una derrota incuestionable que supone un nuevo varapalo a una entidad que debe recomponerse para lo que queda. Nada más y nada menos que un título de liga que, si no gana, al menos deberá dejar su sello de competitividad, ese que ayer se echó en falta. Mientras, también hay tiempo para pensar en el futuro proyecto, uno que debe incluir varios cambios si se quiere aspirar a todo.