Aún no se ha celebrado, pero una carrera en la que participarán más de tres mil quinientas mujeres se presenta como un éxito rotundo. La III Carrera de la Mujer de Murcia congregará a una gigantesca masa de féminas de todas las edades que no solo competirán por alzarse con la victoria, sino que también lo hará por mostrarse ante el resto de la Región y del país para demostrar que ellas también son deportistas, que también saben sufrir ante cualquier prueba deportiva y que quieren saborear su particular gloria. No se trata de una prueba cualquiera, ya que tanto la dirección general de la Mujer de la Comunidad Autonóma, la Federación de Atletismo de la Región, el Ayuntamiento de Murcia y LA OPINIÓN se han volcado de tal manera para que única y exclusivamente sean ellas las protagonistas.

Ya sea corriendo o andando, la capital del Segura abre sus calles y avenidas más céntricas para que las más de tres mil quinientas participantes disfruten de la ciudad, de su paisaje y del foco mediático que van a concentrar sobre sus hombros. Todo está dispuesto para que las corredoras, e incluso dos paratriatletas, Eva Moral y Concepción Rodríguez, quienes participarán en la prueba en silla de ruedas, disfruten del momento y sigan gritando al viento la necesidad de alcanzar no solo un deporte equitativo, sino un mundo más justo en todos sus ámbitos y condiciones.

Por otra parte, las corredoras que estén inscritas y que aún no hayan recogido su dorsal y su bolsa de participante podrán hacerlo hasta quince minutos antes del inicio de la carrera, en el stand que la organización dispondrá en la línea de salida, situada en la avenida Teniente Flomesta, y que dará su pistoletazo inicial a las 10.00 horas. Desde ahí, la prueba dibuja un trazado de cinco kilómetros, que transcurrirán sobre la Avenida del Río Segura para llegar hasta la altura de La Fica, recorrer unos tres kilómetros de vuelta hasta que las corredoras atraviesen Gran Vía y encaren la recta final hasta la meta, la cual estará emplazada en el mismo punto que la salida: la Plaza de la Cruz Roja. En resumen, cinco kilómetros en los que varias generaciones de mujeres disfrutarán de los accesos que les brinda el deporte, con el fin de que su esfuerzo siga abriendo más puertas en el futuro más próximo.