El Lorca FC sigue coleccionando derrotas al igual que el técnico Fabri González, quien está batiendo todos los records negativos, tanto colectivos como individuales. Esta vez perdió ante el Tenerife por 2-0. El cuadro insular no fue mejor que los lorquinos, pero como suele ser habitual, aprovechó el bajísimo nivel de los defensores lorquinos para batir a Dorronsoro en dos ocasiones. Con la puntuación cosechada hasta el momento, diecinueve puntos, y lo que queda por jugar, no es atrevido decir que el equipo lorquino está virtualmente descendido a Segunda División B a falta de diez jornadas. El Lorca está a diecisiete puntos de la salvación. Una agonía muy dura.

Fabri sigue sin saber lo que es ganar tras doce partidos en el banquillo blanquiazul, y sigue como técnico lorquinista porque el club lorquino está descabezado. Aún así, el veterano técnico gallego ni se marcha ni le echan: ningún partido ganado, nueve perdidos, tres empatados, diez goles a favor y veintiséis en contra.

Fabri González volvió a colocar una defensa de cinco hombres con Fede Vega y Peña en los laterales, y con Fran Cruz, Antonio López y Pomares en el centro de la zaga. No sirvió de nada acumular hombres atrás, ya que ninguno de ellos tienen nivel para competir en el fútbol profesional.

El Lorca se lo pone muy fácil a sus rivales, ya que encaja goles con demasiada facilidad y muy pronto. Los lorquinos salieron serios atrás pero a la primera de cambio, cuando el rival apretó, aparecieron las numerosas grietas. Apenas se llevaban seis minutos de partido cuando un balón enviado a la espalda de los defensores lorquinistas lo aprovechó Suso, quien pescó en el desastre defensivo lorquinista, para batir a Dorronsoro.

Una vez que el Lorca encaja tran pronto, tiene que remar contra corriente. Juega bien, maneja el balón de una forma aseada, pero no tiene fluidez de ideas de medio campo hacia adelante.

En el parcela ancha, los jugadores tampoco son capaces de dar más de dos pases. Si Javi Muñoz y Tropi fueran capaces de jugar al mismo ritmo que aceleran cuando salen con sus deportivos de los entrenamientos, otro gallo hubiera cantado en el Lorca. Y eso que no les espera nadie para firmar autógrafos. Son jugadores que se han creído futbolistas antes de serlo.

El Lorca pudo empatar en el minuto 21. Fede Vega, quien sigue siendo de lo mejorcito del equipo lorquino, sacó un centro desde la derecha y Apeh, que llegó en carrera, cabeceó cerca del poste izquierdo de Dani Hernández. El juego se equilibró, aunque fue el Tenerife quien se aproximó con mas peligro a la meta de Dorronsoro. Con esa desventaja mínima del Lorca ,se llegó al descanso.

Apeh no salió en la segunda mitad y lo hizo el jugador cedido por el Athletic, Asier Villalibre. Este jugador le dio otro aire al ataque lorquinista, aunque con el mismo resultado. El Tenerife no lo tenía nada claro a la hora de atacar, aunque era superior en el medio campo. El Lorca dispuso de alguna ocasión por mediación de Villalibre y sobre todo de Nando, cuando salió por un inédito y decepcionante Tropi. A medida que pasaban los minutos, el Lorca comprobó que los tinerfeños no se comían a nadie y dio un paso adelante. Le costó caro ya que encajó el segundo tanto.

Tropi perdió el cuero en la salida del balón, una más, los locales llegaron rápido a la meta de Dorronsoro y Bryan Acosta de tiro cruzado batió al meta cántabro del Lorca. Ahí se acabó el partido.

El Tenerife, sin grandes alardes, defendió bien mientras que el Lorca, herido en su orgullo, intentó acortar distancias,pero lo hizo sin chutar entre los tres palos. Si no es así, es imposible, no solo ganar, sino también marcar.

El Lorca FC no jugó mal,pero algunos jugadores carecieron de actitud. Saben que sus emolumentos están garantizados, no solo en el club lorquino, sino en las entidades que los tienen cedidos.

Al final, nueva decepción del Lorca FC, quien volvió a demostrar que juegue quien juegue, no está a la altura para competir en el fútbol profesional.