El Cartagena ha visto en las dos últimas temporadas cómo algunos de sus exjugadores anotaban en los partidos que les enfrentaban al equipo albinegro con su actual club. Ya lo hicieron, por citar algún caso, Chus Hevia, Artiles, Indiano, Isi Ros, Chamorro o Marc Fernández. Algunos temían que con la llegada de Juan Carlos Ceballos y Óscar Rico, quien, por cierto, también les marcó el año pasado con el Mérida, alguno de ellos aguase la fiesta del equipo ante su afición como pudieron hacer sus antecesores.

Sin embargo con Ceballos parece que se puede cerrar el círculo ya que el exalbinegro, capitán hasta hace dos meses y uno de los futbolistas que más veces ha vestido la elástica cartagenera, anotó un gol, es verdad, pero lo hizo en propia puerta, para desgracia suya y la de su equipo.

En el minuto 36 cedía con la cabeza el balón a su portero, con la mala fortuna de que éste andaba adelantado y le cogía desprevenido. Valens no pudo hacer nada para evitarlo y a Ceballos se le cayó el mundo encima. Los albinegros lo celebraron, pero después se acercaron al jugador para mostrarle su apoyo.

El defensa vivió un momento muy emotivo la tarde de ayer, ya que regresaba a la que ha sido su casa en los últimos años y acabó bajando el túnel de vestuarios entre lágrimas, despidiéndose de los aficionados que esperaron hasta el último momento para saludarlo y acompañado también por el albinegro Moisés, que no lo dejó solo en estas circunstancias tan especiales para el barcelonés.

En las gradas, por otro lado, estuvieron presentes el entrenador del Real Murcia, Salmerón, que aprovechó para echar un vistazo al bloque jumillano, su próximo rival y ver qué tal se le daban las cosas al bloque albinegro esta semana. Curiosamente también se pudo ver al exdirector deportivo grana, Pedro Gómez Carmona, recientemente destituido pero que viajó hasta Cartagena ayer.

Felipe Moreno, propietario del Leganés, no faltó a esta cita aprovechando el parón liguero en Primera División y Portillo, exjugador del Hércules y ahora en el cuerpo técnico del equipo ilicitano también estuvo en el campo.

El mal tiempo, sobre todo a causa del viento, y las fechas festivas en las que nos encontramos provocaron que el número de espectadores fuera considerablemente menor al de otros partidos.