El partido que medirá mañana (12:00, La 7) a Cartagena y Las Palmas Atlético no se celebrará en el estadio del conjunto amarillo, sino en un campo anexo en el que juega los partidos el filial. Es un recinto pequeño, con una grada limitada y con césped artificial. No es un gran escenario como La Condomina, el Colombino o el Cartagonova, pero en él se jugará el conjunto albinegro seguirle los pasos al Marbella. A Monteagudo, que tendrá que verlo desde la grada por tercera jornada consecutiva, no le agrada esta circunstancia porque piensa que sus pupilos rinden mejor en los escenarios importantes: «Estaría menos preocupado si fuéramos a un estadio grande, porque solemos hacerlo bien en campos grandes y con buen césped. Éste tiene césped artificial y no del bueno», declaró el entrenador albinegro.

El manchego ya ha comentado en otras ocasiones que no le gusta el césped artificial. De hecho, indicó que las lesiones de sus futbolistas en el primer tramo del campeonato se debían, en parte, a que entrenaban continuamente sobre esa superficie. «En las islas se lleva mucho el césped artificial. Es lo más cómodo y lo que menos mantenimiento tiene», comentó Monteagudo, que jugó en las filas de Las Palmas durante cuatro temporadas (en la 2002-2003, y entre 2005 y 2008).

Para superar la circunstancias del terreno de juego y las amenazas del rival, el técnico insiste en que tienen que «ser listos y prácticos». «Podemos jugar lejos de la portería pero hay que tener seguridad en los inicios de la jugada». Espera que Las Palmas juegue con cinco defensas y comenta que «es un equipo que prioriza no perder».

Varios días después, en Cartagena siguen dándole vueltas a la victoria que se les escurrió entre los dedos el sábado pasado contra el Granada B. En particular, esa jugada absurda que provocó el empate del filial nazarí. «Hemos hablado. Esas cosas no pueden pasar. Eso no se puede entrenar. Es una decisión de un jugador que saca una falta con seis jugadores al lado. El que sacó estaba jodido, aunque luego durante la jugada pasaron más cosas y podíamos hacer cosas para que no fuera gol», dijo Monteagudo. «Lo importante es corregirlo, que no vuelva a suceder y dar sensación de veteranía cuando los partidos se ponen como ese, que estaba súper controlado. Ese tipo de partidos hay que saber manejarlos y no darle pie al contrario para que pasara lo que pasó», añadió el técnico de Valdeganga.

Todo apunta a que el domingo será el día del regreso de Pau Torres a una convocatoria después de dos meses y medio de ausencia por lesión. El técnico albinegro señaló que Pau ha completado la semana entera entrenando con el equipo y que «está en disposición de jugar». Está por ver si Monteagudo da continuidad a Marcos Morales y reserva al catalán para el próximo compromiso en casa o le da el relevo en la isla de Gran Canaria.

Por lo demás, el Cartagena tiene a algunos jugadores con molestias, como Moisés y Dani Abalo, además del ghanés Owusu, que ya se ha reincorporado a las sesiones de entrenamiento.

A detener «la chispa canaria»

El preparador cartagenerista comentó que Las Palmas Atlético, un equipo que sigue en zona de descenso, tiene «jugadores livianos y chisposos». Son futbolistas que «parece que son más intensos que tú y es que se mueven mejor en los giros, porque son gente pequeña, con el centro de gravedad bajo». Monteagudo dijo que, en su etapa en Las Palmas, sus compañeros eran jugadores «ratoneros», y por eso los contrarios sufrían.

El conjunto albinegro intentará hacer valer los veintidós puntos que les separan de su oponente en la clasificación y, sobre todo, la diferencia de experiencia entre un equipo y otro. «Es un filial, pero también lo era el Granada y si ves la jugada del gol parece que la experiencia la tienen ellos y no nosotros», advirtió el manchego. «Tenemos más experiencia y peleamos por otra cosa diferente. Es una pelea con la misma intensidad pero diferentes objetivos», declaró. Monteagudo entiende que «las ligas te ponen en tu sitio porque haces las cosas mejor o peor y eso se debería ver en el campo si los dos equipos vamos con la misma intensidad».