Los números que lleva cosechados el técnico Fabri González desde que se hizo cargo del Lorca FC son insoportables. Tan solo la situación anómala del club lorquino con una sensación de descabezamiento está manteniendo a Fabri, quien sigue manfiestando que no va a dimitir. Desde que el gallego llegó al Lorca FC, ha disputado diez partidos, ocho derrotas y dos empates. Nueve goles a favor y veintitrés en contra. Ahora mismo, el equipo lorquino está a diecisiete puntos de salvación. A este paso, el descenso matemático se puede producir el mes próximo. Ante la prolongada ausencia del presidente, Xu Genbao, son muchas las incógnitas que surgen en torno a lo que le estará llegando al empresario chino.

La entidad blanquiazul sigue dirigida por los empleados, Lucas García, Javier Rufete, Pedro Cazorla y Javier Jaén. Todos esperan con ansiedad la llegada de Genbao, aunque nadie sabe concretar la fecha exacta. Al menos, los emolumntos de los jugadores y empleados están al día gracias al dinero de la Liga de Fútbol Profesional.

En el apartado deportivo, el vestuario es bastante parecido a un polvorín. Los jugadores entrenan pero no siguen las directrices que marca Fabri. Este lo destapó el pasado domingo tras el choque disputado en Zaragoza. Lo que está ocurriendo en el seno interno del Lorca FC es bastante surrealista. Para el choque ante el Barcelona B, el cual se va a disputar este sábado a las seis en el Artés Carrasco, Fabri podrá contar con el asturiano Carlos Pomares tras cumplir un partido de sanción. Están apercibidos Noguera, Fran Cruz y Pina. Este fin de semana se cumplen quince años del primer partido oficial en el estadio Artés Carrasco. Fue un día de San José y con un Lorca-Águilas de Tercera, que acabó con empate a uno.