«Es consciente de que en el mundo del fútbol hay momentos en los que tienes que dar un paso al lado, y que venga una persona con más fuerza y empuje». Así se pronunciaba Deseado Flores el pasado 22 de diciembre al ser preguntado en una entrevista en La 7 por la marcha de Raúl Moro. El albaceteño apoyaba claramente la llegada de un Mauricio García de la Vega al que él mismo había buscado para tapar con rapidez la falta de liquidez del extremeño. Dos meses después la inestabilidad dentro del club es máxima, a lo que se ha unido la vuelta a la palestra de Raúl Moro, quien no solo se ha dejado ver en Nueva Condomina y en el palco de La Condomina sino que además ha ofrecido varias entrevistas cuando él ya no tenía nada que ver con la gestión de la entidad. Después del movimiento que dio ayer y que explicará en rueda de prensa -al cierre de esta edición todavía no se había confirmado el lugar y la hora de la misma-, el cacereño deja claro que quiere recuperar el trono que perdió con la llegada de Mauricio García de la Vega, y eso que su marcha se debió a la falta de liquidez para abonar los pagos a los que él se había comprometido después de llevar a cabo una mala planificación. Además, teniendo en cuenta sus problemas personales con Hacienda, no es un interlocutor válido para resolver uno de los principales obstáculos en el camino del Real Murcia, que no es otro que la Agencia Tributaria. A lo largo de su estancia en Nueva Condomina, el empresario afirmó en múltiples ocasiones que cuando no fuese capaz de sumar se apartaría, criticando duramente al consejo anterior, que, con Guillermo Martínez Abarca como presidente, se mantuvieron en sus puestos hasta la junta de diciembre, evitando así que tanto Moro como sus colaboradores pudieran tomar ninguna decisión durante más de un mes.