El Lorca FC cosechó su derrota número veinte de la temporada al caer ante el Zaragoza por 3-1.

Los lorquinos volvieron a demostrar el escaso o nulo nivel que tienen para competir en esta categoría. Los goles que encajaron no son propios de futbolistas profesionales. El Zaragoza, sin hacer nada de otro mundo, aprovecharon los regalos de los defensores lorquinistas para sumar los tres puntos.

El entrenador gallego del equipo lorquino, Fabri González, puso en liza un once tan inédito como la visita del equipo a La Romareda. Tambien lo está bordando. No sabe lo que es ganar desde que llegó al banquillo lorquinista. Es muy probable que nadie acierte el equipo que a partir de ahora salga de inicio.

Fabri colocó a casi todos los defensas que tenía en la convocatoria. Fede Vega y Peña estuvieron en los laterales. Por el centro, hizo debutar a Bikoro que compartió demarcación con un mermado Digard y el argentino Nasuti. Por delante, Tropi y Gomelt, que volvía al equipo tras varias jornadas. Noguera y Javi Muñoz, algo más adelantados, y Villalibre como delantero.

Nada de nada. Juege quien juege ofrece una penosa imagen. No es normal que Fabri coloque a cinco y a veces seis defensas, y que estos no sepan defender. Tampoco es muy lógico que el entrenador lorquinista ordene que esa presunta muralla, tan mermada físicamente, juegue adelantada y dé tantas facilidades a su rival. Una vez más, se salvaron de la quema Alberto Noguera, el mejor jugador lorquinista con mucha diferencia, y Fede Vega, el único de los que se salva de los que llegaron en el mercado de invierno.

A los 16 minutos, el Zaragoza dispuso de dos claras ocasiones. En la primera evitó el gol, Dorronsoro quien ganó el uno contra uno a Borja Iglesias y después Papu envió fuera por poco. Fue un aviso ya que un minuto después, llegó el primer tanto del encuentro. Muy lentos los del centro de la defensa, sobre todo Digard,Papu ganó la espalda, eludió a Dorronsoro y marcó.

Cuatro minutos despues, llegó el segundo. Acción muy parecida al del primero. Defensa adelantada muy desajustada y exenta de condiciones físicas. Recibió Borja Iglesias y marcó el segundo. El Lorca, una caricatura de equipo, sobre todo de medio campo hacia atrás.

A los diez minutos de la reanudación, el Lorca dio la impresión que podía meterse en el partido. Centro de Peña desde la izquierda y Noguera, remató al fondo de la red. Fue un espejismo ya que pronto llegó el tercer tanto local. Cuatro minutos después, un centro de Eguaras y el central Perone, cabeceó a gol. Otra vez, los defensores lorquinistas le dieron todo tipo de facilidades tanto al que centró como al que remató.

Para colmo, el debutante Bikoro, vio la segunda amonestación y dejó a su equipo con diez en el 75.

El Zaragoza durmió el partido, no quiso hacer sangre y a los jugadores del Lorca tampoco les corría por las venas ni tan siquiera sacaron el orgullo que se les supone.