Gerard Oliva, delantero del UCAM Murcia CF, hizo balance ayer de la situación por la que atraviesa el equipo universitario a día de hoy en la clasificación y aseguró que a partir de ahora cada partido será una final para intentar acabar en los puestos de play off de ascenso a Segunda. «Si el último fin de semana hubiéramos ganado, todo se vería de distinto modo. Nadie te va a regalar nada, por eso cada domingo es una final y hay que ganar sea como sea», afirmó el jugador.

El equipo murciano visita este fin de semana al Écija, donde espera poder lograr los tres puntos y acabar con la mala racha de resultados. «Va a ser un partido duro, en un campo complicado, donde la gente aprieta mucho. Pero no nos vale otra cosa que no sea sumar los tres puntos. Ahora cada partido es una final», explicó el jugador.

Además, el atacante, afirmó que está deseando que llegue su primer gol con el UCAM. «Ante el Linense estuve a punto. Tengo ganas de poder marcar y ayudar así a mis compañeros, que es lo que se le pide al delantero», aseveró después de ser titular con el entrenador Luis Casas, técnico interino tras el despido de José Miguel Campos hace un par de jornadas. «El míster decidió apostar por mí e intenté devolverle la confianza dando mi mejor nivel sobre el terreno de juego. Luis nos conoce a la perfección y más al grupo de jugadores que está aquí desde el principio. Eso es una ventaja que tiene», concluyó.