Después de que Mauricio García de la Vega se haya hecho con el control absoluto del Real Murcia, ahora el empresario mexicano tendrá que dar los siguientes movimientos en el apartado institucional. El primero de ellos será la junta general de accionistas que se ha fijado para el próximo miércoles 11 de abril en la que se deberán aprobar las cuentas del ejercicio anterior, el comprendido durante toda la etapa de Raúl Moro al frente de la entidad, y después deberá formar el nuevo Consejo, que deberá contar con, al menos, cinco representantes dentro del club.

El paso atrás de Moro desde el pasado diciembre y la pérdida del poder del club tras ejecutar García de la Vega una cláusula del contrato se suma a la dimisión de ayer como consejero delegado de Deseado Flores, por lo que su vinculación al club queda condicionada hasta que se celebre esta junta general el próximo mes de abril. Una junta para la que la Asociación de Accionistas Minoritarios del Real Murcia presentó en el Registro Mercantil una solicitud de convocatoria, según anunciaron, después de que por primera vez desde que la entidad se convirtió en una Sociedad Anónima Deportiva concluyera un ejercicio sin presentar las cuentas de ese año.

No obstante, Mauricio García de la Vega también tendrá que hacer frente a otro importante problema tras regresar desde México a la capital del Segura. Y es que el empresario mexicano deberá abonar las nóminas de los empleados y jugadores del mes de febrero, puesto que todavía no han recibido dinero alguno unos días después de que venciera el mes. Aunque todo indica que al hacerse con el control absoluto del club ese será uno de los primeros 'deberes' que intentará realizar García de la Vega para dotar al equipo de la estabilidad necesaria con vistas a lograr el necesitado ascenso a la Segunda División el próximo mes de junio.