José María Salmerón, el entrenador del Real Murcia desde que en la décima jornada del campeonato tomara las riendas del vestuario grana tras haber pasado por el mismo sitio primero Manolo Sanlúcar y después Víctor Basadre, de manera interina durante dos semanas, soñaba con que los refuerzos que se iban a realizar en el mercado de invierno elevaran el nivel de una línea defensiva que en la primera vuelta había generado demasiadas dudas. El sueño se hizo realidad.

Aunque la llegada de hombres de ataque también ha resultado un alivio en cierto modo para suplir algunas carencias del equipo en su planificación deportiva, la realidad es que el aterrizaje de dos nuevos centrales en Nueva Condomina, el almeriense Molo y el británico Charlea Dean, han conseguido que el Real Murcia tenga cada día más el sello personal de un Salmerón que, pese a no gustarle las etiquetas, tiene a sus espaldas una trayectoria que demuestra que cuando ha conseguido éxitos importantes en algún otro club, ha sido siempre teniendo como característica principal una defensa de esas con la que sueña cualquier entrenador ambicioso. Y la prueba más significativa de que en el Murcia actual lo que prima es mantener la puerta a cero, y después aprovechar las ocasiones, es que el conjunto grana es actualmente el segundo equipo que menos goles recibe del Grupo IV de Segunda B, solo superado por un Melilla al que solo le han perforado su portería en catorce ocasiones por veinte tantos que han recibido los granas en veinticinco jornadas.

Aunque el 16 de enero Manuel Jesús Casas García 'Molo' se convirtió en el primer fichaje del mercado de invierno, un defensa que no contaba para el Lorca en Segunda División, apenas trece días después se hacía oficial la llegada del británico Charlea Dean a la disciplina grana, dos jugadores con funciones similares que venían a ocupar las vacantes que habían dejado dos descartes como el argentino Fede Vega y el sevillano Álex Ortiz, dos incorporaciones que en seis meses mostraron que el Murcia les venía grande y que han salido en el mercado de invierno. El propio Molo no pudo debutar ante El Ejido al no tener el Murcia solventadas las denuncias por impagos anta el sindicato de jugadores, pero en el momento que ha podido, Salmerón ha metido a los dos defensas sin ningún tipo de dudas, aunque hay que tener en cuenta que la lesión muscular de Juanra ha podido adelantar algunos acontecimientos.

Es verdad que el Murcia llega de una derrota ante el Melilla, un empate contra el UCAM y la última victoria ante el Villanovense, pero llama la atención que, por unos motivos u otros, Molo y Charlea Dean han intervenido de inicio en el momento que su entrenador ha podido contar con ellos.

Aunque la aportación del extremo Carlos Martínez y del delantero Chrisantus también se ha puesto de relieve, la realidad es que Salmerón ha conseguido su propósito en el sentido de que la defensa del Murcia tiene ahora mismo, además de experiencia y oficio, varios efectivos a los que recurrir para un entrenador que sabe perfectamente que mantener la puerta a cero en esta categoría es la antesala de los equipos que verdaderamente van a luchar por dar el salto de categoría al fútbol profesional.

Con todo esto, Molo debutó en la derrota ante el Melilla de hace tres jornadas, mientras que Dean entró de titular directamente en el duelo ante el UCAM que acabó con empate a un tanto. Aunque no se ganó ninguno de los dos partidos, a la afición le llamó la atención la actuación de dos defensas que, sin entrar en detalles, aumentaban la seguridad del equipo en líneas generales. La última semana ante el Villanovense, el hecho de que otro central, David Mateos, hubiera tenido molestias un día antes en el entrenamiento, hizo que Salmerón no se lo pensara para saltar al campo con dos centrales titulares que hacía dos semanas, probablemente, ni se imaginaban que iban a defender la misma camiseta.

En cualquier caso, aventurarse a definir ya una defensa titular en este equipo es peligroso, ya que está a punto de reaparecer Juanra Gómez tras unos problemas físicos, lo que deja en el aire la incógnita de si Salmerón seguirá manteniendo en el lateral derecho a un Orfila que lo está bordando, si devolverá al asturiano al eje de la zaga o si el de Ciudad Real volverá a tener una oportunidad en el flanco derecho. El único inconveniente dentro de los planes del entrenador es que la idea de convertir al defensa David Mateos en centrocampista supone sacrificar a un jugador más específico del medio campo, aunque lo que todavía no está claro del todo si se trata de un acierto estratégico del almeriense o de una medida ultradefensiva. El tiempo, de todos modos, dará la respuesta. A pesar de sus prestaciones defensivas, los granas también deben poner atención en la portería rival, ya que el equipo de Salmerón, con 32 goles a favor, es de los cuatro primeros clasificados el que menos dinamita ha exhibido por el momento.