El vestuario del Real Murcia se ha convertido en los últimos días en un volcán que podría estallar en cualquier momento. El impago de dos mensualidades, que a día de hoy habrían sido tres, han llevado a los futbolistas de la plantilla grana a alejar sus mentes del terreno de juego y a pedir explicaciones a los gestores de la entidad, con Mauricio García de la Vega a la cabeza. La falta de liquidez se ha ido acumulando ya desde hace varios meses, de hecho la última nómina que llegó a las cuentas de los jugadores fue la de octubre, pero la salida de Raúl Moro y la llegada del representante méxicano había significado que los jugadores optaran por ser pacientes a la espera de acontecimientos. Al no llegar las soluciones y al ver que el poco dinero que había en caja se dedicó a pagar las denuncias ante la AFE para poder inscribir a los fichajes, los integrantes de la plantilla grana explotaban la pasada semana e incluso alguno, como Biel Ribas, expresaba su malestar públicamente y dejaba entrever que no descartaba ejecutar la cláusula que le permitía romper su contrato en el caso de que se le adeudase más de un mes.

Con el ambiente enrarecido, las victorias eran la mejor medicina. Hasta el pasado domingo, cuando el Real Murcia sumaba otro pinchazo en Nueva Condomina, donde cayó derrotado ante el Melilla. El volcán iba a estallar de un momento a otro, por lo que a García de la Vega no le quedó otra que reaccionar. El lunes se presentaba en el vestuario de Cobatillas para intentar tranquilizar a la plantilla. Habló de un calendario de pagos y prometió que lo cumpliría. Ese primer ingreso se debería realizar antes del 31 de enero, y, según ha confirmado David Sánchez esta mañana, el representante mexicano ha cumplido. El capitán murcianista, que ha comparecido en rueda de prensa, se ha limitado a aclarar esa situación, aunque ha evitado dar cualquier tipo de detalles, por lo que se desconoce si la cantidad abonada corresponde a una nómina completa o solo a un adelanto de una de las tres mensualidades que se adeudan a la plantilla. Tampoco se ha informado si a la misma vez que se ha transferido el dinero a los jugadores también se ha pagado a los empleados de la entidad, a los que también se debe noviembre, diciembre y enero, así como a los futbolistas del filial, cuya situación es peor -no cobran desde septiembre-.

"Vino el presidente -por Mauricio García de la Vega- al vestuario y nos hizo una propuesta. Ayer se cumplió. Eso es lo único que te puedo decir", comentaba David Sánchez ante los medios de comunicación. Lo que si demuestran las palabras del andaluz es que la situación dentro del vestuario era muy complicada y que esas dudas generadas por lo impagos acaban afectando dentro del terreno de juego. "Para mal, estas cosas repercuten", indicaba, para confiar en que "hay que empezar a pensar solo en el fútbol, que es lo que sabemos hacer y lo que se nos pide". "Estas semanas las hemos llevado como hemos podido. Nos gustaría simplemente pensar en fútbol, que es lo que nos hace falta, por eso esperemos que esta semana acabe todo", continuaba el jugador, quien insistía en que el equipo se está jugando mucho para que le afecten temas no deportivos. "Estamos en un momento importante de la temporada, jugando ante buenos equipos, y al final esto requiere tener la cabeza en los partidos, los entrenamientos y en el fútbol, y en las últimas semanas no ha sido así".

Al ser cuestionado por si estaba enfadado o decepcionado con la incapacidad de los gestores granas para cumplir con lo firmado, David Sánchez prefirió darles un margen de confianza. "Para nada estoy enfadado o desilusionado. Los capitanes hemos dado la cara para conseguir lo mejor para mis compañeros. Hemos luchado para lograr tranquilidad y confianza", decía, volviendo a repetir la reunión del lunes con García de la Vega y que ayer se cumplió el primer pago. "No puedo desconfiar de ellos porque no los conozco. Llevan poco tiempo en el club", continuaba el centrocampista, dejando claro que el problema del impago de las nóminas en realidad no es cosa del nuevo gestor murcianista, sino de Raúl Moro. "El problema no es de ahora, es de atrás", indicaba el jugador, y es que cuando Raúl Moro abandonó la entidad grana, ya se adeudaba noviembre y casi diciembre. Después de este primer pago, la plantilla, David Sánchez habló de dar un voto de "confianza". "Lo mejor es confiar en ellos y esperar que los plazos se vayan cumpliendo", aunque el capitán sabe que si esas promesas no se hacen realidad, la "desconfianza" volverá a ser protagonista dentro del vestuario.

Durante toda su rueda de prensa, el capitán del Real Murcia habló de lo difícil que es poder centrarse en lo deportivo cuando las nóminas no llegan. "No es fácil mentalizarte en un partido", indicaba, añadiendo que "llevo muchos años en el fútbol y si no estamos pendientes de lo que debemos, al final se nos va a ir". "Tenemos que seguir en el camino que el míster nos ha enseñado y olvidarnos de todo. Los que estamos vamos a morir por el Real Murcia", acabó el jugador, que incluso ha reconocido que "estas semanas ha hecho todo lo que ha podido por defender al vestuario. Posiblemente más de lo que me pertenecía, por eso a lo mejor con tanto pensar en otra cosa no he pensado en lo que tengo que hacer yo en el verde".