A Jesús Álvaro ha venido Luis Oliver, propietario del Córdoba, para llevárselo en el mercado de invierno. Al jugador le ha pillado algo descolocado, ya que ni él mismo esperaba una proposición de ese calibre, en la que le ofrecía una más que interesante ficha y además desembolsarían los 200.000 euros de cláusula de rescisión de contrato que tiene en la entidad albinegra.

El club cartagenerista ha reaccionado rápido y ha negociado con el jugador una ampliación de su contrato. El canario tenía de acuerdo con el club albinegro hasta junio de 2019 y le ha ampliado hasta 2020 con una mejora en las condiciones del mismo.

El jugador es una pieza básica en este Cartagena desde hace tres temporadas y su baja sería un gran hándicap en las opciones del club para el ascenso esta temporada. La entidad albinegra no estaba dispuesta a quedarse quieta y aunque la cifra ofrecida -la que estipula su cláusula- es más que generosa para un equipo de Segunda B, lo que se ha decidido es contraofertar al futbolista con una prórroga en su contrato y el futbolista, al principio algo indeciso, ha sido convencido para que sea albinegro al menos otra campaña más de la que tenía firmada el pasado verano.