El UCAM Murcia CB se está ganando el respeto de toda la ACB y de su afición a base de trabajo, de ser un equipo constante. No estará en la Copa del Rey pese a ganarse el derecho en la cancha al acabar octavo la primera vuelta de la temporada, lo que supuso una pequeña decepción para la plantilla. Pero ahora tiene un reto incluso mayor, con el que puede conseguir que se haga justicia. Esta mañana, frente al Iberostar Tenerife de Fotis Katsikaris (12.30 horas, Movistar +/dial 192), el único entrenador que logró que un club ya treintañero jugara los play off, arranca el examen final. El objetivo trazado desde la entidad es estar en el mes de mayo en las eliminatorias por el título. Por lo visto en la primera vuelta, donde el equipo tuvo las bajas de Vítor Faverani y José Ángel Antelo, es complicado, pero no imposible. Las esperanzas radican en el espíritu aguerrido y atrevido adquirido por una plantilla de limitado talento. Nunca baja los brazos, rasgo de identidad que ha calado en la grada, entregada con sus jugadores. Pero ese público hará hoy un 'kit kat' antes del encuentro para aplaudir al entrenador rival, aunque hay un sector que no olvida que Katsikaris se marchó hasta en dos ocasiones pese a tener una oferta de renovación sobre la mesa. Y tras él llegó el pasado verano Ibon Navarro, con un currículum menor pero que ha logrado en esta primera vuelta ganarse el respeto de los seguidores.

El duelo, por tanto, no estará exento de morbo, pero en la pista, sobre ese parqué que se estrena hoy, se librará otra batalla entre dos equipos acostumbrados a morder en defensa. Los tinerfeños, que en las dos últimas temporadas han disfrutado de un presupuesto mayor al resto de la clase media de la liga y que el pasado verano recibieron otra inyección económica por ganar la Champions League, cuenta con un plantel equilibrado en todas las posiciones y con un importante poderío reboteador. Ahí, en la lucha bajos los tableros, estará una de las claves del encuentro. Controlar el rebote es fundamental para que el UCAM pueda desarrollar su juego, en ocasiones descarado, pero siempre bajo unos patrones muy identificativos, ya que correr y evitar que el rival lo haga se antoja primordial. En los duelos individuales estará la otra piedra sobre la que se cimentará la victoria o la derrota. Que Hannah y Kloff sean capaces de que San Miguel no se sienta cómodo; que Oleson supere a Vasileiadis, quien llegó de la mano de Katsikaris; y que Sadiel Rojas pueda reducir la capacidad anotadora del polaco Mateusz Ponitka (promedia 15 puntos), serán aspectos fundamentales, al margen de la pugna bajo los tableros, donde será esencial el cuerpo a cuerpo entre Tumba y Tobey o el duelo Soko-Abromaitis.

Ibon Navarro, en principio, podrá contar con todos sus efectivos. Vítor Benite, tras descansar el martes en la Champions, está recuperado de sus molestias físicas, mientras que Rojas, pese a los numerosos problemas que arrastra, estará desde el inicio sobre la pista. Además, en el horizonte está ya el regreso de Antelo -la incógnita sigue siendo Faverani-, aunque hoy aún no estará con sus compañeros, pero el ala pívot gallego incluso podría jugar algún partido antes del obligado descanso por la Copa del Rey.