El Murcia saltó al campo con la idea de tener el control de la pelota y lo consiguió prácticamente los primeros cuarenta y cinco minutos, aunque no se vio traducido en el marcador. Al margen de un par de internadas por la derecha de Carlos Martínez y Fran Carnicer, los pupilos de José María Salmerón no han sido capaces de tener ni una ocasión de gol en el primer acto de un encuentro con poco público en una Nueva Condomina que no esperaba un desenlace así ante un rival bastante inferior.

El rival de esta mañana, el Melilla, no ha sabido encontrar el camino del gol tampoco en este periodo, pero ha robado más balones que los locales en el centro del campo, la zona por donde los granas no han sabido canalizar un ataque con mucho más equilibrio que el exhibido este mediodía en el coliseo grana. En el conjunto grana la principal novedad fue ver de inicio como titulares a los dos fichajes del mercado de invierno, el central Molo y el extremo Carlos Martínez. El murciano Armando fue el gran sacrificado en beneficio de un David Sánchez que ha realizado uno de sus peores partidos como murcianista. Se ha llegado al descanso con la sensación de que ninguno de los dos equipos se ha merecido llevar un gol a favor.

Otra cosa distinta ha sido el segundo tiempo, aunque el marcador final no dice lo mismo lógicamente. Los pupilos de Salmerón salieron con tanta fuerza que a los cinco minutos, el defensa David Mateos estrelló un balón en el travesaño visitante. Pero el asedio grana no ha terminado aquí, ya que entre Elady y Pedro Martín también han desperdiciado dos buenas ocasiones que podrían haber cambiado el transcurso del encuentro. Y cuando el Murcia parecía sentirse y creerse superior, entonces ha llegado el mazazo que nadie esperaba. Un córner a favor del Melilla ha empezado a volverse peligroso con tanta imprecisión de los granas y al final el más listo ha sido el ganés Boateng, quien ha fusilado a Biel Ribas a una distancia insultante para un equipo que quería esta mañana que su afición se marchara "contenta", tal y como dijo su entrenador el viernes en rueda de prensa.

Pero la cosa no acabó más rápida gracias a Biel Ribas, quien incluso necesitó asistencia médica tras realizar una gran parada que evitó el segundo tanto de los norteafricanos. Las dudas del Murcia han sido tan grandes que José María Salmerón ha terminado jugando con tres delanteros, algo que muestra la desesperación de un técnico que no se esperaba lo ocurrido esta mañana. Los granas pegan un frenazo en seco tras una racha inmaculada sin perder desde el derbi ante el Cartagena y aparecen dudas tras un fiasco que nadie esperaba antes del pitido inicial. La siguiente jornada toa visitar al UCAM y la derrota ante el Melilla no es ni mucho menos la mejor noticia para un equipo del que queda claro que, jugando como local, tiene problemas y demasiados nervios.