El UCAM CB Murcia sufrió ayer lo que a todo joven adolescente le ha ocurrido alguna que otra vez en sus primeras salidas nocturnas. Con su mejor camisa, sus zapatos más brillantes y la fecha de nacimiento correcta en su DNI, se quedó fuera de la discoteca cuando el resto de sus colegas, unos más ataviados que otros, ya estaban haciendo cola para pedirse la primera unidad de consumición. El conjunto universitario cumplió con la primera premisa para poder obtener un billete para la Copa del Rey al vencer al Divina Seguros Joventut (62-71), pero necesitaba que el Iberostar Tenerife, que el domingo visitará el Palacio, o el Baskonia tropezasen en sus respectivos encuentros.

Los resultados en las otras canchas no se dieron y el UCAM finalizó la primera vuelta de la liga ACB en la octava posición, la última que daba acceso a la cita copera. Hasta ayer. Porque la victoria del Unicaja ante el Herbalife Gran Canaria apeó al conjunto amarillo de la zona de privilegio para acudir la Copa, pero por su condición de organizador ya tenía el pase asegurado y tan solo los siete primeros pelearán por el título del 15 al 18 de febrero. La tristeza por no conseguir finalmente la gesta se apoderó anoche durante unos minutos de un vestuario que ya de por sí acababa de volver hacer historia.

El noveno triunfo en la Liga Endesa esta temporada certificó la mejor primera vuelta en la historia del club con un balance de nueve triunfos y ocho derrotas. Además, por segunda vez en sus más de treinta años de vida, el UCAM venció en Badalona a la Penya después de lograr su primer triunfo allí en la temporada 2013-2014 y la ambición que ha demostrado el equipo dirigido por Ibon Navarro en casi cuatro meses de competición ha permitido cocinar un pastel que hasta el exigente jurado de MasterChef le otorgaría el sobresaliente, a pesar de no poder contar con la guinda que se esfumó ayer.

Y es que el UCAM, por primera vez en mucho tiempo en este curso, logró cerrar un partido sin sufrir hasta el último segundo y recordó, a lo lejos, que si la moneda hubiese caído a su favor en alguna ocasión apretada quizá ahora mismo podría estar planificando su viaje para febrero. Pero si a algo está acostumbado este bloque es a encajar los golpes más duros y partir desde cero como si nada. Como ocurre en el caso de un Ovie Soko que hace un año acababa de pasar por el quirófano por culpa de su tobillo y 365 días después encadenó ante el Joventut su segundo 'doble-doble' consecutivo -con 15 puntos y 11 rebotes- después de la exhibición del pasado martes ante el Ewe Oldenburg alemán en la Champions.

Pero es que el base Clevin Hannah, con 23 puntos y 5 asistencias, volvió a asumir el papel de líder en el UCAM y dejó acciones sobre la pista propias de las madrugadas de 'dormir es de cobardes' para insuflarle oxígeno a su equipo cada vez que notaba el aliento de su rival. Así saltó el equipo de Ibon Navarro, con el pie en el acelerador y con un baloncesto sencillo y eficaz. Brad Oleson consiguió los primeros puntos y las primeras canastas de Hannah y Rojas obligaron a Diego Ocampo, entrenador del Joventut, a pedir el primer tiempo muerto (2-8). Los ajustes defensivos del técnico gallego surtieron efecto y el UCAM solo pudo recurrir al tiro libre durante unos segundos, pero la entrada de Benite y Delía reactivo a los universitarios y un triple de Hannah, en una contra, colocó la máxima ventaja (8-18). El Joventut reaccionó y comenzó a romper a la defensa, pero el UCAM logró mantener la renta (12-24).

Un parcial de salida de 11-2 le complicó la vida al equipo de Ibon Navarro y el entrenador vitoriano pidió tiempo muerto para cortar la sangría. El equipo murciano estuvo cuatro minutos sin anotar una canasta en juego hasta que un triple punteado de Oleson cortó la mala racha (23-29). La vuelta a pista de Hannah volvió a encender la mecha visitante y el base, con cinco puntos consecutivos, junto a un mate de Tumba cerraron una primera mitad en la que el UCAM fue ligeramente superior a su rival en el rebote, con 8 de Soko, y se fabricó sus propios tiros al contar tan solo con dos asistencias (30-38).

Los universitarios supieron salir adelante frente a las tres faltas de Kevin Tumba y un tripe de Richards que abrió el tercer cuarto. Un mate de Delía y la entrada del Joventut en bonus a cuatro minutos de llegar al último cuarto favoreció al equipo murciano, que supo 'jugar' con las ventajas para intentar sufrir lo menos posible (40-49). Ibon Navarro no pudo contar con Vítor Benite para el tramo final, dolorido por unas molestias que arrastra desde hace unas semanas, y una falta sobra la bocina del tercer cuarto permitió al Joventut reducir la renta a diez puntos (45-55) antes de encarar la fase decisiva.

El banquillo del UCAM ya era consciente de que hacía falta una machada del Estudiantes para contar con opciones de ir a la Copa cuando restaban diez minutos para el final y el base Hannah abrió un desenlace en el que Ibon Navarro apostó por Marcos Delía como ala-pívot ante la falta de concentración de Lukovic y las faltas de Soko (48-59). En esos momentos fue cuando Hannah dejó varios destellos de calidad que cerró con una asistencia a Tumba para que el pívot iniciase un mate desde la línea del tiro libre que dejó muy tocado al Joventut a cinco del final (50-63). El conjunto universitario supo aguantar en defensa y según avanzaba el 'crono' las fuerzas del Joventut se iban agotando. Los universitarios se permitieron poder cerrar un encuentro de forma más tranquila que en otras ocasiones, pero conciendo que su último esfuerzo se iba a quedar sin esfuerzo (61-72).