Han tenido que pasar veintiuna jornadas para que el Real Murcia amplíe la oferta defensiva con la que arrancó la Liga, un tercer defensa central, algo que pidió Manolo Sanlúcar hasta última hora en una petición que no fue escuchada y que el entrenador actual, José María Salmerón, sí ha tenido la suerte de que le hagan caso y ha recibido un regalo que mejora la retaguardia murcianista, una parcela mal planificada en verano y que de un día para otro aumenta sus prestaciones con el fichaje del central Manuel Jesús Casas García 'Molo', un futbolista veterano que ascendió el curso pasado a Segunda con el Lorca y que tiene mucha experiencia en la categoría de bronce.

El futbolista natural de Almería, que rescindió su contrato con el Lorca la semana pasada al no tener hueco en Segunda División, se había convertido en uno de los jugadores más cotizados del mercado de invierno para los clubes que buscaban defensas, de hecho el Elche estuvo también en negociaciones para incorporarlo, pero la figura de José María Salmerón ha resultado clave para que Molo no se lo haya pensado mucho para estampar su firma por lo que queda de campeonato y la siguiente temporada.

El conjunto grana arrancó la Liga con dos centrales específicos, Álex Ortiz y David Mateos, pero las desafortunadas actuaciones del primero y las repetidas lesiones del segundo obligaron al cuerpo técnico grana a tener que tomar la decisión de encontrar en la figura de Pedro Orfila una especie de jefe para la zaga grana. El futbolista gallego, que el curso pasado disputó 22 choques en Segunda con el Numancia aunque en el club soriano actuó más veces como lateral derecho, se ha convertido en intocable en este equipo y más para los que vieron como el veterano futbolista de Luanco, uno de los mejores pagados de la plantilla, le ganó una carrera al extremo Lazo, del Recreativo de Huelva y canterano del Real Madrid, que puso de relieve que pocos se atreverían ahora mismo a desperdiciar la eficacia que está mostrando Orfila en el eje de la defensa murcianista.

Álex Ortiz ha sido el compañero que más veces ha tenido Orfila desde que comenzó la Liga como pareja de baile en el centro de la zaga, entre otras cosas porque David Mateos pagó cara su inactividad con dos lesiones que le han impedido tener continuidad. Sin embargo el defensa sevillano, que ha pasado por las canteras tanto del Betis como del Sevilla, no ha estado al nivel que se le ha exigido y de hecho ante el Recreativo de Huelva, Álex Ortiz fue uno de los descartes de José María Salmerón, quien tiene tanta confianza tanto en David Mateos como en Orfila que nadie sabe cómo se le va a hacerle hueco a un Molo que llega listo para entrar en escena.

No sería ni mucho menos descabellado que Salmerón intente adelantar a David Mateos aprovechando el criterio con el balón del madrileño y pensar en que la llegada de un defensa pueda terminar afectando a los dos pivotes titulares para Salmerón, el murciano Armando Ortiz y el sevillano David Sánchez, ya que ninguno de los dos ha dado el nivel que exhibieron el curso pasado. Lo que sí parece lógico es que Molo, teniendo en cuenta el interés que ha puesto el técnico grana en su fichaje, aterriza para ser titular y aportar su veteranía, por lo que algún cambio en el once más o menos tipo de Salmerón seguro que va a producirse.

Además del fichaje de Molo, el mes de enero va a deparar, como mínimo, un par de caras nuevas en la disciplina grana, ya que un delantero como sustituto del lesionado Víctor Curto tiene que llegar de forma casi obligada y, si le hacen caso a Salmerón y lo encuentran en el mercado, lo normal es que también se incorpore a un centrocampista más específico en el control y en la creación, ya que la plantilla está sobrecargada de extremos, pero tiene un déficit importante a la hora de buscar a alguien que actúe de faro cuando se apagan las luces y el panorama se pone oscuro.

Molo en principio, siempre que ocupe el hueco de Curto, tiene una ficha disponible para cubrir la baja de un compañero con una lesión de larga recuperación, pero salvo que sea un jugador sub-23, la siguiente cara nueva que aparezca por Nueva Condomina tiene que conllevar una salida de la primera plantilla de manera irremediable. Y es que en el centro del campo es donde más candidatos tiene Pedro Gómez Carmona, el nuevo director de fútbol del club, para elegir descartes sin ningún miedo a equivocarse.