¿Cómo y cuándo empezó a jugar al hockey?

Pues empecé en el Colegio San Lorenzo, uno muy antiguo que estaba por la zona de las tascas, que posteriormente derribaron y trasladaron a Puente Tocinos. Allí dio la casualidad de que don Diego, el tutor que teníamos, venía de jugar al hockey sobre hierba en la universidad y había bastantes profesores por la ciudad que habían sido jugadores. Recuerdo que el primer año, como había estado en el fútbol sala de portero, me pusieron en ese puesto sin comerlo ni beberlo, pero no me gustó. De hecho, después de un año me lo dejé, pero al siguiente empecé a ser jugador de campo y me enganché.

¿Qué edad tenía entonces?

Tenía 11 años y desde entonces no lo he dejado. Y que dure, porque no pienso dejarlo.

¿Y en esa época se practicaba mucho en Murcia?

Había movimiento y se hacían muchos torneos, algunos de 24 horas. Cuando dejé el colegio perdí el contacto, pero tuve la suerte de encontrarme un jugador de otro equipo en el instituto y volvimos a federarnos entre varios amigos. El Tai Otoshi -en la actualidad Olimpic Club- nos cogió para que fuéramos sus juveniles, nos puso un entrenador, nos dio las pistas y a raíz de ahí continué jugando. Después, en 1986 creamos la Asociación Deportiva Hockeymur, que tiene ya más de 30 años.

¿No añora aquellos años?

Bueno, yo he tenido la suerte de continuar en esta asociación deportiva, que junto a Santomera y Atticus de La Unión, han sido los tres clubes que han movido este deporte en la Región. Llegamos incluso a ascender en 1993 a Primera División y estuvimos dos temporadas en esa categoría. Jugábamos en la zona sur y viajábamos a Canarias, Sevilla y Madrid en una liga importante.

¿Qué pasó cuando bajaron?

Seguimos jugando a nivel territorial, pero llegó un momento en el que los jugadores empezamos a tener críos y todo eso. Hubo un tiempo en el que lo dejamos, pero nunca perdimos el contacto porque nuestro presidente, José Antonio Galián, nos juntaba todos los años una o dos veces para vernos y tomar unas cervezas.

Pero ahora vuelven a competir en veteranos.

Sí, en 2011, gracias a que hicieron en Santomera el único campo especializado de la Región, se reactivó el equipo de veteranos y estamos jugando. Todos los años jugamos un torneo en Santomera y bastantes amistosos con clubes de Alicante y de la Región. También vamos a Madrid al torneo internacional del club Sanse e incluso este año nos hemos apuntado al Campeonato de España de veteranos.

¿Les da miedo volver a competir?

No porque tenemos mucha ilusión. El nivel, comparado con los que juegan de 20 o 25 años, no es igual, vamos un poco más despacio, pero nos divertimos igual.

¿Y solo ha practicado hockey en su vida?

No, también jugué al fútbol sala, tenis, squash, pádel, siempre he estado haciendo deporte en mi vida. Incluso también me he animado a hacer carreras populares.

¿Qué tiene este deporte para enganchar?

Hombre, es un deporte de extremos, que te gusta o no. Quizás tiene su parte de peligrosidad, pero no es así, porque no nos hacemos mucho más daño que un jugador de fútbol, pero debido a la dureza de la bola hay gente que lo deja. Cada vez que me pongo la ropa y me meto en el campo vivo algo especial, y a todos los integrantes de Hockeymur, entre los que yo soy uno de los más jóvenes, están todos muy ilusionados.

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

No, cada tiempo requiere lo suyo. En su momento disfrutamos con lo que teníamos y ahora también. No es fácil hacer campeonatos de hockey porque hay pocas fichas, solo unas 120 más o menos, que comparado con Cataluña es nada, donde tienen 5.000 jugadores. Antonio Morales, en Santomera, y Juan Martínez, en la Federación, hacen muchos esfuerzos para mantenerlo vivo, pero es complicado.

Vamos, que son una especie en extinción.

No es que seamos bichos raros, pero a quien le cuento que juego al hockey sobre hierba lo primero que me pregunta es si es de patines o de hielo, porque conocen más otras modalidades que la hierba. La gente se sorprende de que se juegue como al fútbol, sin patines ni nada. Lo bonito de ser pocos es que nos conocemos todos.

¿Hay que estar muy bien físicamente para jugar a este deporte con 50 años?

Hombre, cuesta un poco y no toda la gente llega a los 50 años jugando al hockey sobre hierba. Lo importante es correr a tu ritmo, no necesitas hacer demasiados alardes. Hay gente que sigue practicándolo con 70 años y en Australia hay equipos con gente de 80. Vamos, no hay edad para jugar al hockey.

Pero uno de los hándicaps es el déficit de campos.

Ese es el gran problema, que solo hay un campo y no se puede pedir mucho más. Recuerdo que cuando nosotros jugamos en Primera no había ni campo y teníamos que irnos a San Vicente del Raspeig a jugar nuestros partidos como locales porque aquí no había césped artificial.

Por cierto, felicidades porque cumple 25 años como trabajador de Disfrimur. ¿Cómo se logra eso?

Efectivamente. A finales de este mes cumplo 25 años en la empresa y soy el trabajador más antiguo. He pasado por todos los puestos. Empecé como conductor, después pasé a ser jefe de equipo, responsable de almacén y actualmente soy responsable de tráfico. Me he adaptado a los cambios y adecuado a ellos.

Pero cuando empezó no había ni móviles.

Cero, cero, no había móviles. A los tres años de empezar aparecieron. Recuerdo que cuando nos tenían que localizar, llamaban donde pensaban que podía estar para darme alguna consigna. Era bastante complicado, no como ahora con Internet, porque el transporte ha cambiado mucho. Nosotros también nos dedicamos a la logística en grupaje y tenemos cámaras frigoríficas nuevas desde hace un año y medio porque hay clientes que tienen la necesidad de almacenar productos congelados.