Agradecido y emocionado se despidió Juan Carlos Ceballos de la que durante cuatro temporadas y media ha sido su casa. El hombre que fichó por un club recién descendido de Segunda B y que regresó para vivir una temporada rozando el infierno para más tarde convertirse en el nexo de unión entre la plantilla y la grada, dijo adiós al Fútbol Club Cartagena en una emotiva rueda de prensa en la que no se pudo contener las lágrimas. La falta de minutos le obliga a dejar el equipo para volver a sentirse futbolista y exprimir sus últimos años sobre un terreno de juego. De ahí en adelante, tanto él como los dirigentes de la entidad albinegra dejan la puerta abierta para un posible retorno en un futuro del catalán para trabajar en el club de su vida.

«Es un día difícil para mí y para mi familia. Desde el primer día que llegamos nos han acogido como en nuestra propia casa. Quiero dar las gracias a todo el mundo. He intentado hacerlo lo mejor posible a nivel deportivo», dijo al inicio el defensor barcelonés. Ceballos recordó sus dos etapas en el club, y agradeció a todos los compañeros y entrenadores que le han acompañado, pero sobre todo a la afición: «Me han hecho sentir como un cartagenero más. Hemos creado un vínculo muy fuerte».

«Cuando se tomó la decisión de que necesitaban la ficha, para mí fue duro y también para mi familia», recordó Ceballos. Justo entonces sucedió lo inevitable. El capitán albinegro rompió a llorar en la sala de prensa y recibió el aplauso de todos los asistentes a su despedida. «Estoy orgulloso de haber vestido tanto tiempo esta camiseta y de llevar el brazalete, que es una responsabilidad grande», añadió cuando pudo volver a hablar.

Por su parte, el presidente del club, Paco Belmonte, no escatimó en elogios hacia la figura del exfutbolista albinegro, y comentó que su marcha es la decisión más complicada que ha tomado desde que llegó al Cartagena: «Queremos agradecer a Juan Carlos Ceballos su defensa de este escudo. En esta sociedad tan deshumanizada es difícil encontrar a alguien que aúne tanto cariño», indicó el presidente. El director general del Cartagena, Manuel Sánchez Breis, insistió en que para él Ceballos se ha convertido en un «amigo» y espera que disfrute en su nueva etapa en el Jumilla: «Queda Ceballos para mucho tiempo».

Belmonte comentó que en el pasado verano Ceballos ayudó como «secretario técnico» para recomendar fichajes, y anunció que se está sacando el título de director deportivo. El club esperará a saber cuánto tiempo sigue jugando el catalán, y luego le ofrecerá un cargo en la entidad albinegra: «Si él quiere trabajar en cantera, será en cantera. Si quiere en secretaría técnica, será en secretaría técnica. Cuando llegue el momento, no va a haber ningún problema. Cuando deje el fútbol, lo hablaremos y no habrá ningún problema en que pase a formar parte de nuestro organigrama», señaló Belmonte.

Aunque la primera opción que se puso sobre la mesa era su fichaje por el Lorca Deportiva, el defensa se decantó finalmente por el Jumilla porque era, según él, «la mejor opción por equipo y por proyecto». Ceballos dijo que renunció a la opción de fichar por el Lorca por la incertidumbre que le generaba sobre el futuro. El futbolista pretendía fichar por un equipo de la Región de Murcia, dado que tanto él como su familia seguirán viviendo en la ciudad portuaria.

Aunque no ha sido capaz de conseguir el ascenso a Segunda en este tiempo, por lo cual se va con un «sabor amargo», Ceballos insiste en que se queda con otras emociones que le hacen mejor jugador y mejor persona. De sus cuatro temporadas y media, destaca que su mejor recuerdo fue la salvación en Las Palmas del descenso a Tercera. El peor momento también lo extrae de esa temporada, «cuando llegaron los problemas y parecía que el club no tenía salvación».