Una treintena de aficionados del Real Murcia no quisieron dejar solo a su equipo en el campo del Écija. Pese a las malas condiciones climatológicas y al fin de semana festivo por los Reyes, los seguidores murcianistas dieron color a unas gradas donde apenas se dieron cita novecientas personas. Los kilómetros valieron la pena y los valientes aficionados pudieron volver a casa con tres puntos en el bolsillo. Aunque parecía que iba a ser un partido plácido, el empate del Écija hizo que aparecieran los nervios hasta que Juanra en el minuto 91 daba el golpe definitivo a favor de los murcianos.