Casi al mismo tiempo que se conocía de forma oficial que Raúl Moro, el presidente del Real Murcia durante el último año, cedía el control de sus acciones al empresario mexicano Mauricio García de la Vega, el empresario extremeño hizo balance de su tiempo al frente del club en una entrevista a La 7TV. Raúl Moro repasó los 363 días de su mandato, tras recalar en el club grana el pasado 28 de diciembre de 2016, y aseguró que la decisión de «dar un paso atrás» en la entidad murcianista la tomó «después del partido ante el filial del Betis», el pasado 3 de diciembre, debido a «un cúmulo de circunstancias».

«Era el momento de apartarse y dejar paso a gente nueva que sume para que lleve al equipo a la Liga de Fútbol Profesional», dijo Raúl Moro y añadió que también barajó otros planes para su marcha. «Antes de hablar con Mauricio García de la Vega pensé en donar el club a la ciudad, pero si en 2019 no se materializa (el traspaso) ya veremos. El Real Murcia es patrimonio de la ciudad», aseguró. En este sentido, Moro explicó que «no se arrepiente» del año en el que ha desempeñado el cargo de presidente del Real Murcia, aunque sí aseguró que dice adiós con una espinita clavada.

«En todo momento estuvimos barajando la reestructuración del club y todo pasaba por sacar una hipoteca sobre el uso del estadio. Había que hablar con las entidades financieras y poner de acuerdo a todos los partidos políticos, porque el Ayuntamiento tenía que dar el visto bueno», desveló Moro y confirmó que Mauricio de la Vega llega al Murcia para «cubrir el presupuesto hasta 2019» y también tendrá que asumir las negociaciones con Hacienda y la Seguridad Social con vistas a reducir la deuda.

«Se ha hablado con Hacienda y la Seguridad Social durante estos meses y, como ya se sabe, durante los días del partido ante el Barcelona nos visitaron los inspectores. Todo lo que no sea sentarse con ellos y llegar a un acuerdo para pagar el cien por cien de la deuda o una cantidad importante e intentar el ascenso a Segunda, es poner parches. Vamos a esperar si entre todos conseguimos ese objetivo y con el resto de proveedores también, por supuesto, para llevar al equipo donde se merece», aseveró el ya expresidente del club.

«Lo complicado del Murcia es su día a día. Es un equipo que siempre está en la UCI y hay que intentar que avance un poquito. Cuando solucionas un problema aparece otro, por lo que el día a día es lo más duro. Los eventos, los encuentros, los desplazamientos... porque no le puedes pedir a los jugadores que se impliquen si tu no estás implicado», afirmó.

Respecto a su tiempo al frente de la institución murcianista, Moro dijo que el club «ha dado pasos importantes» en los últimos meses. «Llegamos en diciembre y empezamos a gestionar, evaluando los recursos y obteniendo nuevos patrocinadores. Intentamos curar a ese enfermo poco a poco. Han quedado cosas por hacer pero la sensación es positiva», explicó Raúl Moro en la televisión autonómica.

El extremeño también aseguró que no se marcha «dolido» y que en ningún momento su intención era la de «liquidar» el club. «Para liquidar a un club no me hago mil kilómetros en la carretera, con lo peligroso que es. Lo hago por una afición que siempre ha respondido y por el equipo», dijo.

Sobre la entrada de Mauricio García de la Vega explicó que fue «Deseado Flores quien nos puso en contacto, después de tomar la decisión tras el partido ante el Betis B, y después de sentarme a hablar con él considero que es una persona que está metida en el mundo del fútbol y que quiere intentar lo que hemos intentado todos». Además Raúl Moro también aseguró que, pese a que ha dado un paso atrás, seguirá acudiendo a Nueva Condomina a presenciar los partidos.