Las noticias que han acompañado a Raúl Moro desde que aterrizara hace un año como presidente del Real Murcia no han sido nada alentadoras, ya que su figura como empresario llegó con más sombras que luces, pero ayer se vino a confirmar que llegó para coger las riendas de un club sin saber muy bien dónde estaba poniendo el dinero. Según ha podido saber este diario, el propio Raúl Moro ha reconocido entre su círculo que se siente agotado y abandonará el club al no encontrar la ayuda y los ingresos que le habían prometido sus colaboradores.

Los hechos son los siguientes. Raúl Moro accede al Murcia hace un año y las premisas fundamentales que le dieron sus colaboradores para que se pusiera al frente del Murcia no se han ido cumpliendo. Y es que las cuentas que le hicieron al extremeño fueron que, por un lado, se iban a conseguir 15.000 abonados que supondrían una inyección económica que, unido al apoyo de las instituciones, tanto el Ayuntamiento como la Comunidad, prácticamente iban a permitir que el club se mantuviera por sus propios medios, pero 365 días después se ha dado cuenta que no se han cumplido y que sus recursos se han agotado.

El todavía presidente de la centenaria entidad, quien también ha dicho por su propia boca que se acabó lo de poner un euro más en el club grana, ha ido perdiendo poco a poco la confianza en algunas de las personas que se convirtieron en los grandes valedores de su llegada, que no son otros que el director deportivo y consejero delegado, Deseado Flores; el vicepresidente y presidente de los peñistas, Miguel Martínez; y Pedro Contreras, una persona que entró para cumplir funciones de márketing y que, de los tres, es el que peor relación tiene ahora mismo con el máximo accionista de la entidad, donde según sus colaboradores lleva desembolsados casi un millón de euros de su bolsillo.

El propio Deseado Flores anda asustado porque el adiós tan repentino de Raúl Moro va a derivar sin ninguna duda en una de las peores épocas que se le avecinan al Murcia a lo largo de su historia. Sin embargo, es el que se ha puesto a correr a marchas forzadas para tratar de encontrar un inversor que sea capaz de garantizar, aunque sea a corto plazo, la viabilidad económica de una entidad que va a cerrar el año 2017 con una noticia que está sembrando la incertidumbre y las dudas entre sus aficionados. El propio Deseado Flores explicaba ayer a su gente de confianza que ya tiene al inversor, deslizándose el nombre del mexicano Mauricio García de la Vega, quien ya se ha dejado ver por Nueva Condomina.

Los más escépticos llevan tiempo poniendo de relieve que, además de no haber presentado ningún tipo de balance de su gestión personal y sus aportaciones a las arcas del club, la última noticia que despertó más recelo entre los aficionados fue que, por primera vez en décadas, Raúl Moro se saltaba la obligada junta general de accionistas que tiene que celebrar el club, tal y como establece en sus estatutos, para dar explicaciones a los pequeños accionistas de cómo y en qué se ha gastado el dinero de toda la temporada. Una nueva declaración de intenciones de que la transparencia no estaba siendo una de las reglas básicas por las que se estaba rigiendo el consejo de administración grana.

Los problemas para incorporar nuevas caras en el consejo de administración y con los accionistas minoritarios, quienes tras aplaudir la llegada de Raúl Moro ahora han puesto pegas a algunas de sus maniobras y el hecho de que el propio Moro haya visto que las autoridades políticas no se han volcado en ayudar al club, algo que le prometieron al extremeño, también son motivos de los que al final han ido minando la paciencia de un hombre que llegó a Murcia como un completo desconocido y que ahora nadie sabe cuáles son sus verdaderos planes, ya que por ahora Raúl Moro sigue siendo el máximo accionista de la entidad.