Seguro que recuerdan aquella serie de dibujos animados en la que el Coyote intentaba, una y mil veces, detener al Correcaminos. Daba igual las trampas que preparase, la dinamita que utilizase, el tiempo que dedicase a atrapar a su adversario, la historia siempre acababa igual, y el perdedor no era otro que el Coyote. Cuando no caía por un acantilado, volaba por los aires; cuando no era atropellado por un autobús, una piedra le dejaba tan liso como una hoja de papel. No ha sido el único antihéroe que nos ha brindado la pequeña pantalla. Ahí está ese lindo gatito llamado Silvestre que, por muchos años que cumpla, nunca será capaz de comerse al simpático Piolín. ¿Y qué me dicen de Tom y Jerry? No hace falta que les descubra quién acabará como vencedor en esta historia. De nuevo, por si alguien se me despista, el felino queda en mal lugar.

No ha diseñado Warner Bros la plantilla del Real Murcia. Pero perfectamente podría haber pasado por las manos de los dibujantes de la compañía estadounidense. Porque, al igual que ocurre con los personajes de los Looney Tunes, en el bando murcianista no falta el papel de perdedor, representado a la perfección por Salva Chamorro.

No es el trabajo del delantero murciano atrapar al Correcaminos, tampoco comerse a Piolín o dar un escarmiento a Jerry. Solo tiene que hacer goles, y, pasadas dieciocho jornadas, la cosa no le va demasiado bien. Aunque, como dicen nuestras madres, no hay que señalar, de momento el '9' de Deseado Flores solo lleva un gol más que Wilson Cuero la pasada temporada (uno para el murcianista, 0 para el colombiano).

Da igual la dinamita que utilice, la trampa que diseñe, lo claras que tenga las ideas o que enfrente esté el colista. Hace una semana, en el campo del Betis B, el Murcia pagaba los errores de su delantero, y ayer, para suerte del Lorca Deportiva, la historia se repitió. Al cuarto de hora del choque disputado en Nueva Condomina, el encuentro en el que los murcianistas debían dar un golpe sobre la mesa para confirmar de una vez que quieren estar en el grupo de los mejores, todo parecía tan claro, que solo Chamorro podía aparecer para aguar la tarde a los aficionados, tan acostumbrados, que ya ni se lamentan.

Se aprovechaban los de Salmerón del perfil bajo de su rival. El Lorca Deportiva, hundido en la clasificación, bastante tenía con entenderse a sí mismo como para a la vez creer en sacar algo positivo de un campo como Nueva Condomina. Y, así, a trancas y barrancas, David Sánchez se sentía cómodo con espacios y Fran Carnicer intentaba encontrar el interruptor que encendiese las luces para dar inicio a la fiesta. No había continuidad ni intensidad, de hecho fue Pedro Montero el primero que avisó, pero a base de saques de esquina el Real Murcia fue ganando metros.

Una mala salida de balón por parte de los lorquinistas animaba a Carnicer a probarse desde lejos. El disparo se estrellaba en el palo y Hortal quedaba más que avisado. El Real Murcia es como el veneno, solo una gota puede provocar una muerte inmediata. Pero el meta lorquinista, titular ayer por la baja obligada de Simón Ballester, solo necesitó un cuarto de hora para darse cuenta de que el '9' ya no lo luce Víctor Curto. Tampoco Pedro Martín. Ahora lo lleva un tal Chamorro.

Fue en ese instante, cuando la batalla parecía controlada por el Real Murcia, cuando el delantero se reencontró con su habitual 'no gol'. Quedó en una situación inmejorable tras un pase al hueco de David Sánchez. Solo delante del portero local y con todo el tiempo para poder decidir por dónde pegarle. Hasta Hortal, con su salto, decidió hacerle un guiño como diciéndole: 'métela por debajo'. Pero ni por debajo ni por arriba. En una definición más que imprecisa, el balón se marchó fuera mansamente .

Si en Segunda B no metes la que tienes, no esperes más, porque en esta categoría hay lo que hay. Y eso le ocurrió a Chamorro. Luchó y se peleó con los defensas, pero no tuvo otra oportunidad de pisar el área. Sí la tuvo Elady, hasta en dos ocasiones, pero después de su vuelta al equipo el andaluz tampoco acaba de reencontrarse con el gol. No hay que quitarle mérito a un Hortal que reaccionó como un auténtico felino.

El Lorca se sentía vivo y quiso demostrar que no venía de sparring. Andrés Carrasco, con un fabuloso cabezazo que se marchó fuera y con un lanzamiento de falta en el que Biel Ribas estuvo atento, fue el que intentó hacer ver a los suyos que había que tirar de la sábana hacia arriba. Fue el único 'pero' que se le pudo poner a los visitantes, que tardaron mucho tiempo en poner sus ojos en la portería contraria y en una defensa donde Juanra, en los primeros instantes, se mostró nervioso.

Se fueron apagando las luces del primer acto incluso antes de que el minuto 45 apareciese en el marcador. Tuvo el Real Murcia distintos saques de esquina en los que por más que David Sánchez y Santi Jara mostraban su 'maldad' ninguno de sus compañeros fue capaz de reaccionar, aunque a partir de ahí la balanza de la posesión fue cada vez más de color blanquiazul.

Con el exgrana Javi Saura secundado por David Álvarez y Diego Ruiz, los de Simón empezaron a sentirse cada vez más cómodos, sobre todo Pedro Montero, que quiso dejar su sello en Nueva Condomina, pero los blanquiazules pronto confirmaron que son colistas y que solo llevan 14 goles a favor. Se vio cuando en una contra liderada por David Álvarez, en la que, pese a tener distintas opciones de tiro, perdió su oportunidad. Y se repitió cuando en el tiempo de descuento Mauricio Alonso, en una situación parecida, se permitió tirar a la basura su ventaja al carecer de las ideas necesarias para plantar cara a Ribas.

Todo el mundo esperaba el chispazo del Real Murcia. Esos pequeños detalles con los que los granas vienen resolviendo sus últimos partidos y que se imponen absolutamente a cualquier patrón de juego. Un disparo imposible de Elady que hace olvidar un mal encuentro ante el Jumilla, una jugada increíble de Santi Jara que sirve para lograr una victoria mentirosa ante el líder u otro zarpazo del manchego que acaba con el Badajoz... Pero ayer nada de eso ocurrió. Por un lado porque todos los días no es fiesta y por otro porque una vez más quedó claro que el estilo de Salmerón es fiel al código binario y que al banquillo grana mejor no mirar, porque no encontrarán respuestas.

Al final, el Real Murcia sigue sin entrar en el play off y el Lorca se lleva un punto que más que en la clasificación puede ayudar en la moral. Mientras tanto la afición grana sigue acumulando preguntas en su cabeza. ¿Algún día el Coyote atrapará al Correcaminos? ¿Algún día Silvestre se comerá a Piolín? ¿Algún día Jerry acabará en las garras de Tom? ¿Algún día Chamorro marcará un gol que sirva para ganar?