Esta semana el mundo del golf de nuestra Región ha sufrido un duro golpe, ya el que fuera desde 1991 presidente del club de golf de Torre Pacheco, Rafael Baeza, ha fallecido dejando huérfano este deporte. Conocido y querido por todos, pachequeros o no, sintieron el pasado año su retirada del puesto que ostentaba en el club, ya que además de perder un gran presidente, su salud comenzaba a flaquear. Rafael comenzó como fotógrafo en la construcción de un campo que sentó las bases del golf en Torre Pacheco y por extensión en toda la región, dejando a su paso amigos, a los que aportaba buenos consejos fruto de su experiencia profesional y humana, hasta que decidió ceder el puesto, como él mismo decía, a «savia nueva» y convertirse solo en testigo de los cambios y mejoras que realizaran sus sucesores. Amaba el golf, amaba su club pero sobre todo amaba a la gente y derrochaba simpatía y buen humor, imposible de olvidar para aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo y que siempre recordarán su importancia y su afecto.