El murciano Armando Ortiz tiene todas las papeletas para seguir siendo el gran 'comodín' de la plantilla grana, ya que si su demarcación natural es la de centrocampista, el domingo ante el filial del Betis fue la gran sorpresa de la alineación cuando José María Salmerón se olvidó de experimentos con gaseosa y apostó por sus servicios para el lateral derecho, teniendo en cuenta que Juanra está lesionado y que Fede Vega tenía que cumplir un partido de sanción. Aunque este curso solo ha actuado como centrocampista y con la llegada de Salmerón al banquillo un poco por detrás de su compañero en el eje de la medular para echar un cable a los centrales, no es la primera vez que el futbolista se ve de repente aplicándose en tareas que no son propiamente las suyas.

El gran problema que ha derivado en que ahora a Armando se le vaya a exigir mucho más rigor defensivo que de costumbre es que David Mateos, un central que llegó en la recta final del mercado y que está pagando muy cara su inactividad, se retiró en el descanso ante el Betis Deportivo y según ha podido saber este diario sufre una sobrecarga muscular que no le permitirá regresar al equipo hasta después de las vacaciones navideñas. Mateos se convirtió en el jugador que desde el primer momento que llegó Salmerón lo vio claro y lo colocó casi como un tercer central por delante de Pedro Orfila y Álex Ortiz, lo que resguardó al equipo mucho más que antes y lo que se tradujo de manera sorprendente en una solidez de la que carecía el equipo.

Pero los problemas físicos de Mateos, que reapareció en el Nou Camp tras dos meses sin poder jugar por otra lesión, siguen siendo un quebradero de cabeza para un cuerpo técnico y una directiva que hace tiempo que se dieron cuenta de que ficharon muchos centrocampistas, descuidando la retaguardia en verano y sin dar por hecho que circustancias de este tipo pasan en el fútbol.

A Salmerón no le vale llorar y más teniendo en cuenta que lleva cinco victorias, un empate y una derrota en las siete últimas jornadas que han catapultado al Real Murcia a la zona alta de la clasificación, a la espera de ver si es capaz de encadenar de nuevo dos o tres resultados positivos para entrar de lleno entre los cuatro primeros.

Para hacerse una idea de lo floja que ha sido la planificación defensiva de la secretaría técnica murcianista, el curso pasado por estas fechas, con Paco García como entrenador del equipo, el técnico del barrio del Carmen disponía de cuatro jugadores, Jaume Sobregrau, Fran Morante, Golobart y Álvaro Moreno como defensas centrales, cuatro efectivos para dos demarcaciones muy concretas. Este curso a Pedro Orfila y Álex Ortiz se le ha quedado grande la parcela defensiva de un Murcia al que comenzaron la Liga atacándole por todos los flancos dada su fragilidad defensiva y a última hora llegó un David Mateos que al verlo jugar evidencia que se trata de un jugador muy completo con mucha fortaleza y con criterio para salir con el balón en los pies, pero su talón de Aquiles son unas lesiones que lo están privando de la continuidad que buscaba cuando cambió Orlando por Murcia.

Como el domingo en la ciudad deportiva Luís Cisneros expulsaron al defensa grana Álex Ortiz por doble tarjeta amarilla y teniendo en cuenta que David Mateos ha vuelto a lesionarse, José María Salmerón empezó a trabajar ayer con Pedro Orfila como único central específico, aunque el curso pasado actuó como lateral derecho en muchas de sus intervenciones en el Numancia. Sin Mateos ni Ortiz a Salmerón no le queda otra que apostar por lo seguro y volver a confiarle el centro de la defensa a Armando, una opción táctica y deportiva que, hace dos temporadas, fue una de las claves de que el Murcia que entonces dirigía José Manuel Aira fuera capaz de encadenar hasta catorce semanas consecutivas sin perder.

Aira, el primero que lo vio claro

El exjugador de La Hoya Lorca, que llegó al Murcia hace cuatro temporadas, el verano que la Liga de Fútbol Profesional descendió a Segunda B a una entidad que semanas atrás estaba luchando por ascender a Primera, ya vivió un episodio en el que, por circustancias distintas, se vio obligado a revertir la situación. Fue en la segunda campaña de José Manuel Aira, cuando Armando fue relegado al banquillo en la jornada octava y novena después de que el preparador gallego manifestara públicamente que el murciano «no estaba tomando las decisiones correctas sobre el campo». Tras sus suplencias ante el Mérida y el Almería B, Armando regresó con tal fuerza que se convirtió al final en el cuarto jugador que más minutos intervino, solo superado por Carlos Álvarez, Chavero y José Ruiz. Después de Aira, tanto Acciari, Paco García, Vicente Mir, Manolo Sanlúcar, Víctor Basadre y ahora Salmerón, todos coinciden en que Armando, para ellos, es titular.

Como parece muy arriesgado que Salmerón vaya a apostar de primeras por un jugador del filial o del División de Honor para ocupar la vacante de Álex Ortiz, curiosamente otro Ortiz, en este caso Armando, tiene puesta una pegatina en rojo por la que le va a tocar mostrar las mismas virtudes en la retaguardia que en lo que a robar balones y crear juego se refiere. El entrenador almeriense del Murcia tiene más opciones desde luego, pero parece que la más lógica a tenor de lo que viene haciendo Salmerón desde que llegó al banquillo parece que podría ser la de apostar por un Armando que siempre cumple.