El Juvenil A del Real Murcia exprimió al máximo en el día de ayer ese grito de guerra tan característico de su primer equipo. Tras ochenta minutos de partido a un nivel de concentración máximo, el conjunto que dirige Javi Motos se vio por detrás en el marcador. Pero el espíritu y la calidad del equipo grana, en un duelo en el que había algo más que tres puntos en juego, brindó a Nueva Condomina un final de pura emoción. Recibía el juvenil murcianista, tercer clasificado, al Valencia, segundo con cuatro punto más en la tabla. Con la importante baja del delantero Silvente, Motos dispuso un dibujo con tres centrales, otorgando así todo el costado a sus dos laterales habituales, Josevi y Melgar. Neutralizó así el juego dominante del Valencia, y erigió al alguazeño Víctor Meseguer como amo y señor del centro del campo.

En un primer tiempo marcado por la expulsión en el minuto 35 del central valencianista Julio, el Real Murcia gozó de las mejores ocasiones a balón parado por medio de Josema y Domi para deshacer la igualada. Sin embargo, en el 80', gracias a una jugada que sorprendió a toda la zaga local, el visitante Pastu pateó una falta desde su propio campo que Jiménez convirtió en oro: la pinchó en el área, recortó y disparó con la zurda para batir al meta Pikachu. Pero con poco más de diez minutos para lograr la machada, los hombres de refresco del Real Murcia espolearon a un equipo que volvió a encontrar en Josevi y Melgar a dos puñales en las bandas: Gerardo se sirvió de un auténtico jugadón del primero para empatar el partido en el 85'; y Melgar, en el último segundo, apareció por la izquierda -con la vital ayuda del cancerbero Rubén- para conseguir la victoria. Con el pitido final, los cachorros granas hicieron suyo el mencionado grito de los mayores: 'Hasta el final, vamos Real'.