Si para la mayoría de directivos del Barcelona, acostumbrados a grandes citas de Champions, acudir ayer al Camp Nou debería ser algo así como un engorro, para los responsables del Real Murcia sentarse en el palco del estadio azulgrana era una prioridad desde que el bombo de la Copa emparejó a ambos equipos. El presidente grana, Raúl Moro, se desplazaba el martes para llegar con tiempo a Barcelona, y ayer se sentó junto a Josep María Bartomeu. En la primera fila también estaban dos de los consejeros del Real Murcia, Enrique López y Stefan Settels. Aunque ambos son contrarios a la gestión de Moro y han dejado entrever su dimisión, ayer, olvidando sus diferencias por unas horas, volvieron a demostrar su gusto por los focos y dejaron todas sus obligaciones para no faltar al palco del Camp Nou. A la derecha estaba Pedro Contreras. No tiene el murciano un cargo ni en el consejo ni en el club, pero sí tenía un sitio en la primera fila de la zona VIP, y un poco más atrás se encontraba Nico Almagro. De todas maneras todo el protagonismo se lo llevó el Pequeño Nicolás. Dejó ver su invitación en las redes sociales poco antes de aparecer por el palco, lo que obligó al gabinete de comunicación del Barça a actuar para demascarse rápidamente del joven, que está imputado en varios casos judiciales. «Llega junto a los directivos del Real Murcia», repetían una y otra vez desde el club azulgrana. a. m.