El UCAM Murcia sufre un estancamiento desde hace ya varias jornadas. Sus malos números, especialmente en La Condomina, y las sensaciones negativas que transmitía el equipo costaron el puesto a Lluís Planagumá hace quince días.

Los responsables universitarios, que optaron por no tener paciencia al no gustarles el juego que se estaba ofreciendo, recurrieron a José Miguel Campos para relanzar de nuevo a una plantilla que empezó la liga sumando 12 puntos de 15 posibles, pero que conforme ha ido avanzando el calendario y enfrentándose a rivales más potentes, ha demostrado que le cuesta competir. Uno de los problemas señalados en rojo y que deberá corregir Campos se encuentra en el ataque, donde los números del UCAM son de descenso.

En quince jornadas disputadas, los murcianos han anotado 13 goles, una cifra que en el Grupo IV solo es empeorada por dos equipos, el Jumilla y Las Palmas, que a su favor cuentan con 12 y 11 tantos, respectivamente, y que están en descenso.

Ese escaso bagaje goleador de los universitarios, muy lejos de equipos como el Cartagena (20), el Extremadura (18) o el Real Murcia (22), se ha convertido en un auténtico lastre, hasta el punto de que esas carencias ofensivas le acabaron costando el puesto a Planagumá.

De los trece goles a favor que aparecen en el casillero del UCAM, cuatro han sido conseguidos por Quiles. El delantero tuvo su gran día en el encuentro ante el Real Murcia, donde anotó los dos goles que dieron una victoria cómoda a los universitarios, y a partir de ese instante se afianzó en el once titular, apartando a Arturo, el futbolista contratado para ser la gran referencia ofensiva del cuadro de La Condomina, aunque sus pobres números, como le ocurrió el pasado curso en el Cartagena, están haciendo que su fichaje sea una mala apuesta.

Si Quiles ha anotado cuatro tantos en 819 minutos, Arturo solo ha logrado dos dianas en 773 minutos, por lo que el cartagenero necesita 180 minutos más que su compañero para marcar -de los 205' del primero a los 387' del segundo-.

Pero el problema no solo afecta a los delanteros. Ni por banda ni desde el centro del campo están ayudando a mejorar esas cifras tan pobres para un equipo que quiere ascender. De momento, destacan los tres goles del mediapunta Marc Fernández, porque los extremos apenas han dado señales de vida. El único que ha visto puerta, con un gol, es Isi Ros, y eso que el murciano está disfrutando de muchos minutos. Sí ha dado dos asistencias. De los medios, los únicos que saben lo que es marcar son David López, que, pese a sus dos goles en las primeras jornadas, se ha convertido en un fijo del banquillo; y Jony (1).

Echando de menos a Góngora

Echando de menos a GóngoraLos que no se han estrenado son los defensas. Desde esa línea no ha llegado ni un solo tanto, y eso sí que se está convirtiéndose en un obstáculo para un equipo que en las últimas temporadas se había alimentado de la aportación ofensiva de Juan Francisco Góngora. El lateral, que siempre mete miedo a balón parado, no se ha estrenado en lo que va de liga. Lo pudo hacer el pasado domingo, pero su lanzamiento de penalti se fue fuera. Su falta de gol se agrava si se compara con sus cifras en el inicio de la campaña 2015-2016, también en Segunda B. En aquel curso, que acabaría con ascenso, el UCAM superó la jornada 15 con 18 goles a favor, de los que cinco habían sido conseguidos por el gaditano.