El último duelo liguero que el UCAM Murcia disputó frente al Villanovense fue una clara muestra de la necesidad de una figura revulsiva que sea capaz de reactivar a la plantilla. En este caso, ese símbolo es representado por José Miguel Campos desde hace diez días, pero, el citado partido del pasado fin de semana, el del debut del mazarronero, no implicó un importante cambio, tanto en juego como en resultado.

Ni ganó el UCAM, ni dio muestras de seguridad o poderío ofensivo. Eso sí, aún es demasiado pronto para que Campos haya podido diseñar su hoja de ruta para dar con la tecla del éxito en su nuevo equipo. No obstante, de aquí hasta el parón navideño, que coincidirá exactamente con el en final de la primera vuelta, al UCAM Murcia le restan cuatro partidos de una complejidad considerable, especialmente en el apartado de las salidas.

Se trata, sin duda, de cuatro partidos y un mes de Liga que resultarán claves para el futuro de José Miguel Campos en el banquillo universitario, y sus posibilidades como revulsivo antes de la apertura del mercado de invierno. Después del 'fracaso' que supuso empatar frente al Villanovense, el UCAM afrontará este domingo un choque duro para el equipo, y también para el propio técnico. El duelo de esta jornada será en Mérida, precisamente el último equipo en el que estuvo enrolado el nuevo entrenador universitario.

El conjunto extremeño, dirigido por el exfutbolista del Real Murcia Mehdi Nafti, se erige como uno de los equipos más duros de superar en su feudo, un Estadio Romano en el que, sorprendentemente, solo ha sido capaz de ganar el Lorca Deportiva. Además, el bloque que entrena Nafti llega con la moral por las nubes tras ganar en el que se ha transformando en el bastión más complicado de asaltar del Grupo IV: venció la pasada semana en el Álvarez Claro de Melilla (0-1), siendo el único equipo hasta la fecha que ha conseguido marcar, además de ganar.

Seguidamente, el UCAM Murcia, uno de los peores clubes de la categoría actuando como local, recibe al irregular Córdoba B. No obstante, el filial verdiblanco ha sido capaz de sumar puntos importantes en estadios como el Cartagonova (0-0) o en Écija (3-3), además de sorprender al Real Murcia, algo que consiguió en su estadio. Sin embargo, se trata de un rival propicio ante el que cortar la nefasta racha que acumula el UCAM en La Condomina, donde no gana desde el 8 de octubre.

Acto seguido, el día 9 o 10 de diciembre, el UCAM Murcia rendirá visita al Marbella, el conjunto que a día de hoy se alza con el honor de ser el rival más duro del Grupo IV en su estadio. Seis victorias y una sola derrota acumulan los marbellís en el Municipal de la localidad malagueña, y cayó, también de forma sorprendente, frente a un recién ascendido como es el Badajoz. Asimismo, la trayectoria del equipo de Fernando Estévez es claramente ascendente en las últimas jornadas: diez puntos de los últimos doce posibles, una racha que les ha aupado hasta puestos de play off. El proyecto del Marbella, después de varios años luchando por colarse en la zona de privilegio, intenta de nuevo asentarse en lo más alto.

Por último, la última jornada de la primera vuelta queda lejana (17 de diciembre), pero observando las trayectorias actuales de UCAM y dicho rival, el San Fernando, el partido puede convertirse en un envite especialmente complicado en La Condomina. El equipo gaditano conecta, a día de hoy, hasta seis jornadas de Liga sin perder, un hecho que le ha permitido alcanzar en la clasificación a equipos como el propio UCAM, el Real Murcia, Mérida o Melilla.

En resumen, un mes cargado de presión y jornadas complicadas para un UCAM que tiene nuevo entrenador y que debe dar un paso al frente para demostrar que estará en la lucha por el ascenso.