ElPozo celebró sus mil partidos en liga de la forma en que más veces ha terminado los choques de la competición doméstica: ganando. Ayer, se impuso al Gran Canaria por 9-1 en un partido en el que dominó de principio a fin y no dejó que lo inquietasen. La validez del sello del triunfo radica, esta vez, en el juego. La escuadra murciana no solo se llevó el partido por la calidad que atesoran los hombres que forman su platilla, que es mucha, sino también por el despliegue dispuesto y realizado sobre la pista para anotarse la victoria. Bien es cierto que el rival nunca ha vencido a los de Duda en los ocho encuentros en que se han visto las caras, también lo es que el contrincante no se halla en la parte de la tabla pero, la prueba frente al Gran Canaria, habida cuenta de las últimas sensaciones demostradas por el equipo en sus encuentros anteriores, había que superarla. Con nota, además. Y ayer a ello se entregó la escuadra murciana para dejó su impronta, ese estilo que parecía algo diluido, en el triunfo.

Fue sonar el silbato y los jugadores locales se lanzaron a correr hacia la meta del rival para intentar quedarse allí. Hacer suya el área contraria, moverse en territorio enemigo para convertirlo en casa. Esa parecía ser la idea. Se cumplió a los diez segundos con un gol de Álex. El golpe inicial, casi superpuesto al tiempo en que se iniciaba el juego, no cambió el guión. ElPozo se movía con soltura,con confianza y comodidad. Llegaba de forma constante convirtiendo al guardameta del Gran Canaria en el jugador más destacado de los suyos. Y, en el otro lado, Fede luchaba por no enfriarse ante la poca actividad que le daban. En ese vendaval de oportunidades llegó otro gol, esta vez de Pito, que encarrilaba el encuentro y como respuesta, a la desesperada, Suso Méndez puso a Juanillo de portero jugador antes del ecuador del primer tiempo.

Pero lejos de surtir el efecto deseado, llegó un nuevo gol, esta vez por medio de Miguelín tras un contragolpe bien ejecutado. El juego de cinco para cuatro de los canarios, lejos de ser fiable, ofrecía muchas dudas. Y de ellas se aprovechó el cuadro local para anotar dos nuevos tantos, gracias a Álex y Pito, que ya dejaban sentenciado el partido con solo quince minutos jugados. Hubo tiempo también para que debutara el canterano Josema en un partido muy plácido para los de la capital del Segura. Y, con 5-0 en el luminoso, los jugadores se marcharon a vestuarios.

Con todo ya decidido, comenzó el segundo acto. Si alguien esperaba un paso al frente de conjunto visitante para dar emoción al encuentro, éste no se produjo. Al menos no con la suficiente firmeza. El partido se jugó al son dictado por los de Duda, dueños absolutos del balón. y las estadísticas referentes a los tiros a puerta de ElPozo seguían aumentando mientras que las del Gran Canaria se mantenían paradas. Nadie tuvo más trabajo que Thiago Soares, meta visitante, que sufrió una noche para olvidar. El equipo murciano seguía presionando, amenazando y llegando y solo la mala fortuna impedía que un nuevo gol subiese al marcador.

Al ver que no aumentaba la ventaja por más que lo intentaba su rival, el Gran Canaria cogió confianza y, si bien tampoco es que tuviera ocasiones claras, sí empezó a ofrecerlas. Los de Suso Méndez se estiraron sobre la pista y regalaron sus mejores minutos para demostrar que son un equipo que sabe de qué va esto de jugar al fútbol sala y que no habían aterrizado en el Palacio para ser la piñata en el cumpleaños de ElPozo. De hecho, fruto de su arranque e intención obtuvieron el merecido premio del gol gracias a un tanto de Raúl Canto para delirio de tres aficionados canarios que, en la grada, no dejaron de animar a su equipo.

Respondería entonces el cuadro local con otro tanto de Álex, que firmaba un triplete. Para colmo de males para los visitantes, Yerai fue expulsado por doble amonestación y en superioridad, aunque no le hiciese falta, los de Duda anotaron un nuevo gol por medio de Miguelín. El partido entonces bajó de revoluciones, al estar finiquitado el mismo y aunque los jugadores de ambas escuadras no dejaron de intentarlo, lo cierto es que ya no con tanta tensión. Y ya en los últimos coletazos del partido, Marinovic y Pito cerraron el encuentro con dos goles para certificar un triunfo cómodo, quizás demasiado, que sirve a ElPozo para coger moral y volver a la senda del buen juego y las sensaciones positivas.