El Cartagonova se vistió de gala para recibir a la selección española sub-21. Pasan los años, pasan los jugadores y la máxima representación del futuro del fútbol nacional sigue despertando ilusión allá por donde pasa. La mágica generación de Saúl o Marco Asensio ya es historia, pero aún quedan algunas piezas del equipo que fue subcampeón de Europa en el pasado mes de junio, y algunas de ellas, más la nueva camada que viene pisando fuerte, fueron los protagonistas de la noche en la ciudad portuaria.

12.812 asistentes (según el dato oficial) presenciaron el encuentro entre España y Eslovaquia, una cifra superior a la del derbi del pasado sábado entre Cartagena y Real Murcia. Lo cierto es que quedaron muy pocas butacas vacías para ver este encuentro, que, además, era muy importante a efectos clasificatorios. Algunos jugadores albinegros, como Óscar Ramírez o Chavero asistieron al choque.

Entre banderas rojigualdas y los acordes de Paquito El Chocolatero se llegó a la hora del partido. Ceballos no tardó ni tres minutos en regalar un caño para la galería. En el primer tiempo, con el resultado en contra y un ritmo plomizo, la grada contenía el aliento. Sin embargo, con la remontada resurgió la esperanza. El público incluso acabó haciendo la ola en el segundo tiempo, con la victoria encarada. Los flashes se iluminaban, la gente cantaba ´Yo soy español, español, español´... La noche se convirtió en una verdadera fiesta, en la que no podían faltar los gritos de olé mientras la rojita movía la pelota. Todo muy español.

Entre los pupilos de Albert Celades, era, sin duda, Dani Ceballos el que despertaba la mayor expectación. Su papel en la última Eurocopa de la categoría le convierte en el líder espiritual de esta rojita, aunque en el Real Madrid aún ha gozado de escasas oportunidades. Por ello, nadie fue más coreado cuando sonó su nombre por megafonía. Pero con su exhibición en el segundo acto, la admiración se tornó en auténtica devoción por el andaluz.

La última vez que la sub-21 visitó el Cartagonova, actuaron futbolistas como Dani Carvajal, Saúl Ñíguez, Suso o Morata. Todos ellos juegan ahora en la selección absoluta. Incluso el seleccionador de aquella victoria frente a Hungría en 2013, Julen Lopetegui, dirige ahora al combinado nacional. En 2009, cuando jugaron contra Noruega un amistoso en este mismo estadio, vestían estos colores David De Gea, Azpilicueta o Juan Mata. El tiempo dirá cuántos de los quiénes de los que hoy han pasado por Cartagena tienen una carrera exitosa y acaban jugando un Mundial o una Eurocopa y quiénes siguen un camino muy distinto y no alcanzan cotas tan altas.