Si ya de por sí el Real Murcia no tiene ya suficientes problemas tanto en el apartado deportivo como institucional, un problema que ha empeorado considerablemente conforme ha ido avanzando la Liga es el mal estado de los campos de entrenamientos de Cobatillas, un matiz que no le hace ni pizca de gracia al nuevo entrenador ni a los jugadores, pero que obliga a la entidad grana a tener que ir improvisando para poder llevar a cabo sesiones de trabajo de «calidad», tal y como ha avisado ya en un par de ocasiones el propio José María Salmerón, un técnico que no contaba con esta situación cuando estampó su firma con la centenaria entidad. Un claro ejemplo de que la hierba de Cobatillas está en muy mal estado, por no hablar de la de Nueva Condomina, está en que el plan de entrenamientos de esta semana obliga a la plantilla y al cuerpo técnico casi a tener que hacerse un horario y un cuadrante para no confundirse de día.

Así, según explicaba la entidad en su página web, la plantilla de José María Salmerón entrena hoy a las 10.30 en la Universidad de Murcia, un recurso que al tratarse de césped artificial nadie sabe hasta qué punto es peligroso, mientras que mañana miércoles y el jueves, los entrenamientos de los murcianistas se llevarán a cabo en las instalaciones de Pinatar Arena, en San Pedro del Pinatar, con el coste económico que esto supone. Dónde se llevará a cabo el plan de trabajo del viernes17 de noviembre es otra incógnita, que ni aparecía en la información oficial porque no está cerrado el sitio, aunque podría seguir siendo en San Pedro. El sábado sí está programado un entrenamiento en Nueva Condomina a puerta cerrada, ya que lo normal es que después de esta sesión se ponga rumbo a Extremadura para visitar el campo del líder, Almendralejo, el domingo por la tarde en otra prueba de fuego para un conjunto grana que tras tres victorias consecutivas, el sábado pasado hincó la rodilla en el campo de un Cartagena que llegaba como líder a la cita. Curiosamente los granas van a medirse ante dos líderes de manera consecutiva, aunque los pupilos de José María Salmerón necesitan también conseguir buenos resultados ante los equipos de la parte alta de la clasificación.

El principal problema del césped de Cobatillas es que, a pesar que desde el club aseguran que se ha procedido a su resiembra, lo normal es que para estas fechas, con la llegada del frío, la hierba tendría que empezar a mostrar su mejor cara, ya que las altas temperaturas de la Región han sido el motivo que históricamente más ha castigado el terreno de juego del coliseo grana en sus once años de vida y por extensión el de las instalaciones de la entidad donde se suelen llevar a cabo los entrenamientos.

El problema del césped es más grave de lo que parece aunque a los aficionados les preocupe más el aspecto de Nueva Condomina cuando se juegan los partidos, y de hecho en apenas un mes al mando de la nave grana, José María Salmerón, el nuevo técnico, no se ha mordido la lengua a la hora de decir que «en estas circunstancias es difícil completar una sesión de calidad», una frase que no deja de ser un mensaje en toda regla a unos dirigentes que han puesto tanta atención en la confección de la plantilla que nadie cayó en haber invertido una parte del presupuesto en mejorar un capítulo fundamental, como es que el césped de los campos de entrenamiento, algo que no juega a favor de los granas.

En este sentido no solo Salmerón ha sido el más sorprendido, ya que algunos jugadores también se han quejado entre ellos de la molestia que supone tener que andar desplazándose a diario en un sitio distinto, comparado con la comodidad de tener montado el cuartel de operaciones en un mismo sitio, justo lo que les gustaría todos los jugadores.

En el apartado del césped, la afición grana sí tiene un motivo importante para quejarse en el sentido de que, por ejemplo, el Cartagena ha recibido una ayuda de la Comunidad mediante la que ha estrenado un terreno de juego que ahora mismo es la envidia de los campos de la Región, algo que en la entidad grana no parece sencillo que ocurra. La situación institucional de la entidad y sus graves problemas con Hacienda son motivos, al parecer, más que suficientes para que el ayuntamiento de la Capital y la Comunidad hubieran ayudado a mejorar el césped de una instalación como Nueva Condomina, que en este caso además es de titularidad municipal, igual que el estadio Cartagonova.

Por si Salmerón no se ha encontrado ya bastantes problemas en forma de lesiones y asumiendo la dirección de un equipo que antes de su llegada llevaba dos victorias en el casillero, ahora el césped de Cobatillas y también el de Nueva Condomina se han convertido en aspectos que, en lugar de sumar, lo que hacen ahora mismo es perjudicar al trabajo al mostrar la hierba el peor aspecto de los últimos años de la centenaria entidad.