Pau Torres y Biel Ribas son nuevos en sus respectivos clubes, FC Cartagena y Real Murcia, pero los dos se han convertido desde el comienzo en imprescindibles para sus respectivos entrenadores.

Uno, Pau Torres, está en el FC Cartagena por culpa de Biel Ribas o, mejor dicho, porque Biel Ribas dejó en la estacada al club albinegro para firmar con el rival, el Real Murcia en una jugada de Deseado Flores este pasado verano. Ribas lo tenía hecho con Paco Belmonte, bueno eso era un supuesto, porque el directivo murcianista se anticipó a la jugada y al no tener firmado nada el exportero del UCAM Murcia, le arrancó la rúbrica para un suculento contrato con el Real Murcia, por lo que Ribas dejó con dos palmos de narices a los dirigentes albinegros cuando éstos se las prometían muy felices.

Así, con Ribas ya feliz y contento con su contrato en el Real Murcia, al dueño del Cartagena le tocó tirar de nuevo de agenda para buscar portero, y lo encontró en el Real Valladolid. Pau Torres tardó en llegar al club albinegro porque el Valladolid no terminaba de darle la baja, pero fue aterrizar en el club albinegro y besar el santo, tal y como le sucedía a Ribas en el conjunto grana.

Casualidad o causalidad, lo cierto es que Pau y Biel se verán las caras mañana en el derbi, en un duelo de equipos que llegan en racha y que uno de sus principales argumentos para que sean los dos mejores conjuntos en el último mes, se debe a la fortaleza defensiva que vienen ofreciendo atrás.

Pau Torres ha jugado doce de los trece partidos de Liga -solo se ha perdido la jornada 8ª ante el Marbella por lesión-. Ha encajado 11 goles en lo que va de temporada (0,84 por partido). Entre las jornadas séptima y la decimotercera ha encajado tres goles y todos ellos han llegado desde los once metros. El cancerbero nacido en Capellades (Barcelona) ha hecho olvidar rápidamente a todo un histórico en el club albinegro, Limones. El manchego se fue al Mirandés y las dudas asaltaron a muchos, porque el técnico necesitaba encontrar a otro guardameta que aportara tanta o más seguridad bajo palos. El catalán, que en las dos anteriores temporadas tan sólo había disputado once jornadas en dos años, ya es casi insustituible para el FC Cartagena.

Biel Ribas no ha tenido que cambiar de domicilio de un año para otro, ya que los dos anteriores estuvo en el UCAM Murcia, por lo que el ambiente futbolístico de la ciudad se lo conoce a la perfección. Tenía claro que recalar en el Real Murcia debía tener como condición casi indispensable estar cada jornada en el once inicial. Y así ha sido a lo largo de este primer tercio de la temporada. No se ha perdido ni un sólo encuentro: 1,170 minutos jugados y 14 goles encajados. Un 4-3 ante el Córdoba y un 3-2 ante el San Fernando han puesto contra las cuerdas el sistema defensivo del equipo ahora entrenado por Salmerón.

Fue el propio Biel Ribas, quien tras la dolorosa derrota encajada ante el Córdoba B, uno de los equipos más flojos de la categoría, salió para dar la cara tras el desastre ocurrido y aprovechó para pedir a sus compañeros más implicación y mucha más tensión que la que habían exhibido hasta el momento.

En el choque ante el Granada B, disputado en la jornada undécima, Ribas detuvo una pena máxima -ya lleva dos detenidas esta temporada- y el Real Murcia se rehizo y consiguió llevarse los tres puntos tras vencer por 2-0.

Se ha convertido Ribas en un jugador que suma más que resta, aunque, como suele ocurrir en el caso de los porteros, su trabajo no se lleva los reconocimientos habituales que sí que tienen los delanteros.

Con el nuevo entrenador en el banquillo, el conjunto murcianista conseguía poner freno a esa sangría que podía desangrar al equipo grana. Tras las dos goleadas encajadas en las jornadas ocho y diez, el preparador almeriense ha conseguido que su equipo no vuelva a recibir gol alguno. Tres partidos y tres triunfos, todos ellos sin encajar en las últimas semanas.