La trayectoria del UCAM CB Murcia en el primer mes de competición había sido hasta ahora intachable. Diez partidos, entre liga ACB y Champions League, en los que había mostrado una trayectoria ascendente y un crecimiento prometedor al pelear por la victoria prácticamente hasta el último segundo. Sin embargo, ayer, a los universitarios se les fundieron los plomos en Alemania (100-80). Por primera vez en 31 días de competición se vio a un equipo vulnerable, cansado y lejos del nivel defensivo que le ha llevado a poner contra las cuerdas a todos sus rivales hasta ahora. El mismo que el pasado domingo le sirvió para lograr la primera victoria en el Palau ante el Barcelona o rozar la heróica ante el Valencia Basket.

Cierto es que el Ewe Oldenburg cuajó un partido casi perfecto, con un acierto casi brillante desde el triple y con la lección bien aprendida antes de saltar a la pista. Y es que, el equipo alemán sabía cómo anular los puntos fuertes del UCAM y llevó el partido a su terreno desde el primer minuto. No obstante, cuando el equipo murciano intentó sacar la cabeza en varias fases del encuentro, se encontró con canastas bien defendidas que acabaron entrando y que sentaron como un jarro de agua fría. Al UCAM le faltó energía atrás, se le agotaron las pilas y la mejor conclusión del choque es que el próximo domingo tiene la oportunidad de demostrar ante el Obradoiro en la ACB (12.30 horas) que lo de ayer tan solo fue una zancadilla que no pudo esquivar. Además, sus opciones para la clasificación a la siguiente fase del torneo europeo siguen intactas.

El Ewe Oldenburg firmó un buen inicio de partido al que rápidamente contestó el UCAM. Al equipo alemán le interesaba que el choque contara con un ritmo rápido para poner a su ataque por encima de la defensa, y eso hizo desde el primer cuarto. No obstante, el arranque de Clevin Hannah permitió frenar por momentos al Oldenburg (4-8) hasta que el encuentro se marchó a la línea de tres. Los triples de Paulding y McConnell fueron contestados por Urtasun y un mate de Soko (13-13), pero con las rotaciones el UCAM quizá perdió algo de fuelle. Con Faverani en pista y Delía como cuatro, Ibon Navarro, técnico universitario, contó con un 'quinteto bajo' -Benite, Kloof y Alberto Martín- al que supo frenar la defensa local (22-17), aunque el UCAM supo aguantar el tipo con un espectacular triple del base madrileño sobre la bocina del primer cuarto (25-20).

El equipo murciano intentaba morder con dos tiros libres de Benite y una canasta de Faverani que le acercó en el marcador (28-24), pero pronto se desató el intercambio de golpes y el tiroteo desde el perímetro del Oldenburg que terminó decantando el partido. El pívot Mahalbasic tuvo un papel fundamental atrayendo todo el juego hacia él para después sacar el balón fuera, aunque también supo tomar buenas decisiones en la zona. Un parcial de 6-0, después de un triple de Schwthelm, obligó a Ibon Navarro a cortar el partido con un tiempo muerto y eso ayudó a reactivar a los suyos con una canasta de Oleson (37-31).

Sin embargo, tras unos minutos en los que el UCAM no se encontró en ataque, volvieron las dudas en la faceta ofensiva ante la defensa alemana y los locales castigaron todavía más cada error. Los universitarios mejoraron atrás, pero eso no fue suficiente al ver como el Oldenburg sacó nueve puntos desde el triple en las últimas tres jugadas del primer tiempo con lanzamientos punteados (46-36).

Brad Oleson se echó el equipo a las espaldas tras el descanso, pero los murcianos no consiguieron rebajar la renta de los diez puntos. Lo intentaron, pero el Oldenburg se convirtió en un mago durante un número de lanzamientos de chuchillos que, en lugar de rozar a su objetivo, conseguía cada vez hacerle más sangre. El equipo universitario se bloqueó, y su rival remató a la contra para dejarle con 14 puntos de desventaja (56-42). No obstante, Urtasun, con una bandeja imposible más tiro adicional, mantuvo al UCAM en la lucha hasta que apareció De Zeeuw. El ala-pívot elevó la ventaja de nuevo desde el triple y el base Bryon Allen, que venía de ser el MVP en la última jornada de la Champions League, apareció para dar la puntilla (74-59).

El norteamericano impidió cualquier intento de reacción del UCAM y pronto olió la sangre con varias canastas de nivel que hicieron bajar prácticamente los brazos a sus rivales. Los universitarios no supieron utilizar las faltas durante el tramo final de la segunda mitad para cortar el ritmo del partido (85-68) y quizá eso fue lo que sirvió para que el Oldenburg echara el freno antes de tiempo consciente del daño que podía hacer. El equipo alemán optó por ataques largos en los que buscaba la canasta de dos puntos o, en cambio, agotar la posesión. Mientras el UCAM Murcia pudo recortar la diferencia para maquillar un 'average' que ya era suficiente castigo (100-80).