Los cerca de doscientos aficionados del FC Cartagena se dejaron notar en las gradas del Municipal de La Hoya. Aunque algunos de ellos -los que viajaron en el autobús promovido por la Federación de Peñas- llegaron ya empezado el encuentro, lo cierto es que disfrutaron no tanto del partido en sí, algo deslucido por el escaso fútbol visto, sino porque su equipo aguantó el 0-1 desde el minuto 31 de partido. Nervios durante el choque, que se contagiaron a los aficionados jumillanos, también muy activos en su papel de seguidores locales, cuando el colegiado Ruipérez Marín expulsó a dos de sus futbolistas en los instantes finales del enfrentamiento.

La parroquia local empezaba a mascullar la derrota cuando el árbitro decidió echar primero a Fran Moreno y después a Chaco, lo que provocó las iras de los seguidores jumillanos, que entendían que se estaba abusando del pequeño. Más aún cuando el trencilla no vio una posible mano de un defensor albinegro dentro de su área, lo que hubiera supuesto un penalti a pocos minutos del final del partido.

Unos y otros vivieron la emoción que ponían los jugadores en el campo con gritos, aplausos o ánimos a sus futbolistas. El FC Cartagena conseguía con la victoria volver a reconciliarse con sus seguidores, que la pasada jornada se marcharon del Cartagonova de uñas por un mal partido de los suyos. El triunfo ante el Jumilla y el liderato añadido que eso supone -el Cartagena está con 22 puntos, los mismos que Écija, Extremadura y UCAM-, es un bálsamo enorme tres días después de que los dueños del club convocaran a jugadores y técnicos para tratar de concienciarles de que la imagen que el equipo transmitió ante Las Palmas Atlético no debe volver a repetirse este año otra vez.

El frío que se atisbó por vez primera en este otoño, al menos en las tierras del Noroeste, fue algo circunstancial, porque el equipo vuelve a estar en la zona caliente de la clasificación, ha logrado olvidarse de esa crisis que parecía ser el fin del mundo y ahora afronta el siguiente partido con ilusiones renovadas.

En las gradas se pudo ver al director general de Deportes de la Comunidad Autónoma, Alonso Gómez López, al que le costó entrar al no encontrar los responsables del acceso su acreditación. También acudió a Jumilla el concejal de Deportes, Ricardo Segado, que pudo también vivir ´in situ´ lo bien que deja el paladar el dulce sabor de la victoria.