José María Salmerón lleva tres partidos al frente del Real Murcia, una derrota en su estreno en San Fernando (3-2), otra derrota más que esperada ante el Barcelona en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey (0-3) y la victoria del domingo ante el Granada B en la Nueva Condomina. A pesar de tratarse de dos derrotas y una victoria, el choque copero ante los azulgranas no fue un partido tan para los suplentes como esperaba la afición, ya que el nuevo técnico del conjunto grana comenzó a diseñar el 'mur0' que quiere levantar en la maltrecha defensa de su nuevo club. Ahora el Murcia de Salmerón tiene un calendario que se puede considerar flexible en el que mañana visitan al filial de Las Palmas para recibir el domingo al Jumilla, una semana antes del derbi ante el Cartagena.

Y tanto le gustó al almeriense la prueba contra los pupilos de Ernesto Valverde que hace dos días ante el filial granadino, el propio Salmerón no se lo pensó dos veces a la hora de representar el mismo dibujo que ante el Barça con muy pocos cambios. Lo más llamativo, que delante de la pareja de centrales formada por Pedro Orfila y Álex Ortiz emergió la figura de un David Mateos al que José María Salmerón tiene intención de utilizar como herramienta de apoyo por delante de los centrales hasta que el equipo sea capaz de encadenar dos o tres resultados positivos que rebajen la tensión de una plantilla, hasta cierto punto, atenazada por la gran presión de partir desde el inicio liguero con el objetivo de ser primeros, algo para lo que todavía le falta mucho trabajo al Murcia actual.

Nadie sabe si la fórmula del tercer central como elemento clave para reforzar una retaguardia que se ha desangrado en este arranque de campeonato va a permanecer mucho en el tiempo, pero teniendo en cuenta los antecedentes de Salmerón, esta idea no se le pasó por la cabeza a sus predecesores en el cargo, primero Manolo Sanlúcar y luego Víctor Basadre como técnico interino durante dos jornadas.

Los equipos de Salmerón, entrenador que ascendió al UCAM a Segunda hace dos campañas y una persona que huye de las etiquetas, es un técnico que conoce tan bien la Segunda B que sabe que no se puede empezar la casa por el tejado, por lo que se ha aplicado el cuento en frenar la sangría de goles que lleva encajado el equipo, 14 tantos en total, tres menos que el colista al que mañana toca visitar sobre césped artificial en el primero de los compromisos en los que los granas deben tratar de recuperar el tiempo perdido en el arranque de campeonato.

Eso sí, va a tener un problema Salmerón comparado con su famoso UCAM de hace dos cursos, un equipo que solo encajó catorce goles en toda la fase regular, ya que la confección de la plantilla llevada a cabo en verano por Deseado Flores dejó lagunas en los puestos de la retaguardia, hasta el punto de que David Mateos llegó a última hora por el hecho de que se iba a comenzar la Liga con solo dos centrales puros, sin ningún recambio en el banquillo hasta que llegó el canterano blanco, quien aterrizó desde Estados Unidos tras varios meses sin competir y de quien todavía se espera que pueda darle más cosas al equipo. Ahora mismo su papel es ayudar a que el Murcia tenga la portería a cero, una de las grandes premisas de un Salmerón que en este sentido no tiene problemas en dejar claras sus prioridades.

Sin embargo el plan no es tampoco ni un milagro ni la gran medicina que tanto está buscando el entrenador, ya que si el Murcia terminó con la portería a cero el domingo ante el filial del Granada se debió, en un noventa por ciento, a las acciones del guardameta Biel Ribas, quien incluso se permitió el lujo de detener un penalti a los tres minutos de partido que habría cambiado mucho el desarrollo del encuentro. Por eso es que la fórmula de reforzar la defensa con otro hombre por delante parece que es la fórmula momentánea que ha encontrado Salmerón para cortar la hemorragia. Y a pesar de lo que pueda reflejar el marcador ante los andaluces de 2-0, el Murcia sufrió y mucho en la segunda mitad, donde el rival se hizo dueño y señor del encuentro incluso llegando a poner nerviosa a una afición local que sabía que, de haber llegado el primer tanto de los granadinos, el Murcia lo habría pasado muy mal en la recta final del encuentro.

Tras medir sus fuerzas mañana ante las Palmas y el domingo ante el Jumilla, ambos rivales de la parte baja, luego tocará el siempre complicado desplazamiento al Cartagonova, aunque de nuevo el calendario lleva a los granas a verse las caras con el Extremadura, el Badajoz y el Betis Deportivo, una serie de rivales que, a pesar de sus armas, son en teoría inferiores a un Murcia que necesita victorias para acercarse a la parte alta de la clasificación.