El partido de ayer entre el Real Murcia y el filial del Granada, a pesar de la victoria tan necesitada, dejó una víctima en toda regla, ya que con los delanteros Víctor Curto y Pedro Martín lesionados, todo hacía presagiar que el otro '9' de la plantilla grana, Salva Chamorro, iba a disponer ahora de cierta regularidad con la baja de compañeros que ocupan su misma demarcación, pero para el nuevo entrenador, José María Salmerón, el atacante de Orihuela tampoco tiene hueco en la plantilla murcianista, ya que ayer fue suplente.

De alguna manera, todos los entrenadores que han pasado ya por el banquillo murcianista desde que comenzó la temporada, contando a Manolo Sanlúcar y Víctor Basadre, todos han coincidido en que Chamorro tenía pinta de quedarse como tercera opción para la delantera, pero el primero que ha dejado al oriolano en el banquillo sin tener a ningún jugador específico sobre el campo ha sido un Salmerón que ayer se estrenaba con victoria en el banquillo de Nueva Condomina, desde donde vio un equipo con muchas prisas todavía, pero que se quedó con tres puntos más que necesarios si se tiene en cuenta el objetivo final de un Murcia confeccionado para pelear por el ascenso y el primer puesto del grupo.

A Chamorro no le queda otra que trabajar sin pensar mucho en este tipo de matices que, al final, terminan por hundir la moral de cualquiera por muy fuerte que sea, a pesar de que se trate de un jugador al que se le presupone la experiencia suficiente como para saber que le toca esperar sin poder hacer absolutamente nada.

Que Salmerón apostara por Elady como referencia ofensiva en la Copa del Rey ante el Barcelona se interpretó como algo puntual para ir realizando pruebas por parte del técnico almeriense, pero que ayer Chamorro no saltase como titular se convirtió ya en una declaración de intenciones por parte de un entrenador que ya veremos cómo gestiona la figura del '9' con Víctor Curto fuera dos meses como mínimo y Pedro Martín con unas molestias que le están impidiendo ayudar al equipo. El propio Salmerón reconocía en la rueda de prensa posterior al partido que «Salva también va a tener su momento en lo que queda de temporada», aunque en estos casos, muchas veces, las palabras no suelen ser suficientes alentadoras para justificar una situación tan llamativa como la que vive Salva Chamorro con la camiseta del Real Murcia.

Que el Murcia ayer necesitaba los tres puntos fuera como fuera era lo único en lo que coincidían una afición preocupada por el mal arranque liguero y unos jugadores con una presión extra que no todos han sabido soportar de la misma manera. El calendario se estrecha ahora un poco más y mañana miércoles los granas visitan al filial de Las Palmas en un choque que se jugará sobre césped artificial, para el domingo recibir al Jumilla en Nueva Condomina, una semana que puede ser clave si Salmerón tira de su famoso resultadismo para terminar los siete días que vienen por delante de una manera lo más fructífera posible.

En cualquier caso, realice Salmerón los cambios que realice, la realidad más grande del Real Murcia actual es que su mejor jugador, con el delantero Víctor Curto fuera de combate, es el guardameta Biel Ribas, uno de los culebrones del pasado verano al estar a punto de vestirse de albinegro, pero que se ha convertido en el mejor fichaje del equipo a tenor de las ocasiones que salva a su equipo durante los 90 minutos de cada partido. Ya lleva detenidos dos penaltis en los once partidos que ha defendido la portería grana como titular, ya que solo ha 'descansado' en el torneo copero para dejarle el hueco a su compañero Alejandro Santomé.

La afición, que es de lo que se trataba, al menos pudo respirar tranquila con la tercera victoria del equipo en once jornadas ligueras y ya son trece puntos los que tiene el Murcia en su casillero, pocos para el objetivo con el que se confeccionó el equipo, pero suficientes para engancharse al grupo de cabeza si se prolongan en el tiempo.